Friday, September 25, 2020

fugaces



 - Dicen las estrellas que los fugaces somos nosotros.

- Solo estamos de paso, ellas llevan siglos brillando en lo alto del cielo. - Nunca vi tantas estrellas como esta noche, ¿cuantas habrá? - Millones, tantas como suspiros, millones de millones. - A mí las que más me gustan son las que brillan en tus ojos. - Gracias me vas a sacar los colores. - En la ciudad es imposible verlas así. - Verdad la gente no sabe lo que se pierde, se respira tanta paz, tanta magia, mira Pedro esa constelación parece una especie de triángulo, ¿cómo se llamará? - No es exactamente un triángulo, ¿serán las luces de una nave espacial? - No digas eso tonto, que miedo, ¿te imaginas? - Clara a mí solo me gustan las constelaciones y las estrellas de tu cuerpo. - Te pones tan romántico y tan mono después de hacer el amor, te quiero chiquillo, la sonrisa es mía pero el motivo eres tú. Que lejos quedaba aquella niñez, cuando se vieron por primera vez aquel tórrido verano cuando llevaron a Clara en una silla de ruedas a la casa de campo a pasar las vacaciones junto a su abuelo, para que pudiera comer más sano y respirar un aire limpio lejos de la contaminación de la ciudad, Pedro se enamoró en cuanto vio aquellos ojos azules, le robaron el corazón para siempre, le costó hacerse su amigo, el abuelo era un hombre alto y gruñón que pretendía tener a Clara en una caja de cristal, y a Clara le avergonzaba que la vieran en sillas de ruedas y ocultaba sus piernas a los demás, pero el que la sigue la consigue, y a pesar de las protestas del viejo se hicieron amigos y la amistad fue creciendo verano tras verano, la amistad, sus cuerpos, y un amor incondicional que ni la distancia pudo evitar que latiera fuerte en sus corazones. Clara no podía quitarle los ojos de encima, no podía dejar de mirar aquellos ojos almendrados llenos de una ternura infinita, aun recordaba una noche como aquella, donde se besaron por primera vez, Pedro siempre estuvo a su lado sin preguntar por aquella estúpida silla de ruedas, ni por sus piernas todas llenas de feas y horribles cicatrices que siempre ocultaba con pantalones y leotardos, nunca sintió lastima por ella, Pedro se limitó a quererla como un tesoro, a darle compañía, hacerla reír como él solo era capaz de conseguir, a complacerla, a mimarla, a sentirse mujer, que no era menos que las demás, que era más fuerte que sus problemas, una noche como aquella la miró a los ojos y la besó, sintió como se borraban todas las tristezas, las operaciones, el dolor, la muerte de su mejor amiga Heidi, aquella curva, aquel quita miedos que destrozó su vida, la desnudó con mucho cariño, despacio, besó cada lunar, cada marca, cada cicatriz, desde sus labios hasta sus caderas, y besó todas sus piernas, todas sus heridas, y se sintió volar cuando le hizo el amor bajo la luz de las estrellas, dos lágrimas calientes caían por sus mejillas y Pedro preocupado después de saber que estaba bien las secó a besos con sus labios, y ella le susurró dame más fuerte, y desde entonces siempre que podían se escapaban unos días a la montaña, a una casa rural, o al campo, y hacían el amor hasta aullar más alto que los lobos. - Podría quedarme toda la vida aquí. - ¿Sin internet?, ¿sin cobertura en el teléfono?, ¿sin comodidades? - Te tengo a ti Pedro ya no necesito más. - Ahora soy yo quien se va a poner rojo Clara. - Me gusta la naturaleza, su olor, sus colores, sus árboles, sus flores, su vida, podría ser feliz aquí lejos del ruido de los coches y de las prisas de la ciudad, aquí se respira paz. - A mí también me gusta la naturaleza, lo único que llevo regular es el ruido de los bichos y mi mala relación con ellos. - Loco no son bichos, se llaman animales y son un amor, aun no sé como siendo un chico de pueblo, un chico de campo aun no te has acostumbrado a ellos. - Ufff y yo que sé Clara, misterios de la vida. - ¿Y si tenemos un perro? - No jodas, ¿en serio? - Sí y le ponemos de nombre nieve o niebla. - Un pastor alemán o un rottweiler que se coma a quien venga a molestar o quiera asaltar la casa. - No necesitamos un perro guardián, da igual el tamaño, eso no importa, da lo mismo si es un perro grande o pequeño. - Mis primas llevan años queriéndome regalar a Catalina. - Síííí, el bodeguero de tus primas, es un amor y a mí me encanta. - Mira una estrella fugaz corre pide un deseo. - Pedro dicen las estrellas que los fugaces somos nosotros. - Chica lista, aprendes rápido Clara. Fue una noche de verano donde perdimos el control la timidez se confundía junto a nuestras ropas desparramadas por el suelo, la lengua y las manos tomaron tu cuerpo poniendo un pijama de saliva desde tu cintura hasta tu cuello, acariciando y comiendo como un hambriento todo el calor y esplendor de tus pezones y senos, la piel se rozaba sin cesar en un baile frenético, bajo la luz de la luna un torrente cálido surcaba entre tus piernas con tus manos aferradas a mis caderas, de rubor volvían la cara las estrellas, los gemidos y jadeos eran en mitad de la oscuridad de la noche un in crescendo aullido, dos animales ciegos de pasión que muerden y arañan en un hipnótico combate hasta que de pronto estallan, y así exhaustos y abrazados con la respiración acelerada, se besan y sonríen mirándose a los ojos prometiendo con sus miradas que habrá otro asalto cuando llegue la mañana. Hicimos el amor junto a una hoguera, en el porche, en el balcón, junto a la ventana contando suspiros y contando estrellas, jugamos con nuestras manos, nos miramos y le pusimos nombre a cada una de ellas, nos reímos hasta que de tanto soñar despiertos con el calor del amor nos dormimos, nos despertó el canto de los pájaros, el olor a un abrazo, el sonido de tu voz cálida y dulce apartando el pelo de mi cara susurrándome un te amo, nos apretamos, nos refugiamos en el pecho del otro, y vimos las estrellas más bonitas del mundo en nuestros ojos, en esa mirada infinita y cálida que nos mira como un regalo del cielo, no sé como lo haces, hicimos realidad los deseos y nos llenamos el alma y los labios de besos eternos y fugaces.


mapashito
antonio cintas anguas

Monday, September 21, 2020

seres de luz



 - te deseo a todas horas, desnuda y encima de ti, cabalgando como una loca, con mis manos recorriendo cada parte de ti, llevando mis pezones a tu boca, siempre tengo ganas de ti, como tú de mi, nos invade un calor desconocido, que nos posee como dementes, y nos pone en segundos a mil, brindo por lo que tú y yo sabemos y los demás no se imaginan, comiéndome tus labios, lamiendo tu piel, mientras gime sin parar tu boca, sudamos en la cama sin parar, en la ducha, en la mesa, contra la pared, en el sofá, nos poseemos hasta quedarnos sin aire, hasta hacernos daño, hasta perder el aliento, hasta caer desmayados, siempre encontrando un motivo, una escusa, para no dejar de empujar, me matas y lo sabes, por eso me follas unas veces muy fuerte, otras veces suave, me exprimes, nos exprimimos, hasta que me haces explotar en todas las posiciones, casi siempre dentro de mi, apretando mi culo con tus manos para que toda la miel no escape y se quede hasta la ultima gota dentro de mi, te abrazo con mis brazos y mis piernas y no te dejo salir, resbalamos en el sudor de nuestros cuerpos jadeantes, nos besamos sin fin, no dejamos de mirarnos, de acariciarnos y arañarnos, a todas horas noche y día, tu eres mi poeta y yo soy tu musa y juntos destruimos la cama porque hacemos poesía, ya estamos exhaustos piel con piel nos comemos a versos, te miro y me miras.


- yo también quiero oírte gemir, empujar profundo en tus caderas, ver en tus ojos que eres feliz, hacerte ver en cada embestida las estrellas, yo también quiero marca de las uñas en tu piel, marcarte toda la espalda, mordida en los hombros, cuando te tenga encima como loca dejando bien claro que eres mi mujer, yo también quiero que tus gemidos sean mi melodía, en la orquesta de la cama contra el muro, con tus jadeos entrecortados gritando soy tuya soy tuya, yo también quiero sentirte en lo más profundo de tu ser, ver como se mueven tus tetas y tus rollitos con cada empujón, entrar tan profundo que sientas que te voy a romper, entrar tan profundo que pueda follar tu corazón, yo también quiero sentirte, enamorada, caliente, mojada, llevarte al limite, follada, sin aire, cansada, pidiendo agua, empapa en sudor y derramando tus ansias por los muslos de tus caderas, mientras me atrapas y no me dejas salir, mientras te miro, me miras, te beso y me besas.


- Que cosas tan bonitas me dices y que cosas tan ricas me haces roger.


- Rica tú, la boca que beso, los ojos que miro, la piel que acaricio, el cuerpo que abrazo, el corazón que toco, el cuello donde suspiro, los lunares que amo, el pecho donde duermo, las piernas que me hacen volar al paraíso, el calor que me hace sudar fantasía, el alma que me roba el sueño, la poesía que me hace gemir, y sabe en mi garganta a jessica.


- Mi poeta, mi loco enamorado, mi ángel, lo que más me gusta de ti, es que no importa lo que pase siempre consigues hacerme reír, me alegras el día, me cambias el humor, haces que me olvide de todo, por eso te quiero.


- Aún no sé como un bellezón como tú puede estar conmigo, puedes tener al hombre que quieras, solo tienes que hacer un gesto, chasquear los dedos y caen rendidos a tus pies y lo sabes.


- Los demás no me interesan, incluso podría plantearme ser lesbiana, ya me tienen aburrida, son todos unos cerdos, unos groseros, guarros, infieles, mal educados, a mi solo me interesas tú, me haces reír mucho, y me enamora tu ternura, eres mi chico perverso cuando quieres, me siento bien contigo, protegida, querida, amada, segura, contigo puedo ser yo, tu das aire a mis alas, los demás solo quieren sexo o me las quieren cortar, tu amas mi libertad, no tratas de cambiarme, me aceptas y me quieres tal como soy, deja de menospreciarte roger, eres un hombre maravilloso.


-Lo pervertido me sale contigo, es cosa tuya, eres una bruja algo haces conmigo, yo era un ángel te lo juro, hasta que me enseñaste a tener sexo y amor con una loca, y ahora cuando estoy entre tus brazos o cuando lo hacemos ya no sé, si vivo o si sueño, y si yo soy tu poeta tú eres mi musa, ahora debo ir a trabajar.


- No me gusta tu trabajo roger.


- Ya lo hemos hablado jessica.


- pero no me gusta, trata de cambiar eso.


- Sabes que no tengo opción, en cuanto pueda cambiar lo haré, sabes que lo haré.


- Lo sé, cuídate mucho, y vuelve de una pieza, te quiero.


- Yo también te quiero, en un rato estaré aquí, no te preocupes no me pasará nada.


Roger aun recordaba como llegaron, como fueron calle por calle, piso por piso, recordaba los gritos, el terror, los disparos, el miedo, hubiese sido del todo increíble pero el 2020 todo, absolutamente todo podía pasar, total era un año de ciencia ficción, y allí estaban aquellos tipos que no tenían nada mejor que hacer que someter por la fuerza de las armas y con la mayor brutalidad y crueldad posible a todo un país, mientras el mundo miraba expectante con la boca abierta rezando para que todo fuese mentira, entraron en la casa, lo separaron de la familia, lo llevaron a una habitación, le propusieron trabajar para ellos, confuso, aturdido, le explicaron sus planes para el país y para el planeta, pero que necesitaban pacificadores, que solo personas muy sensibles podían entenderlos, leerles la mente, porque aunque podían hablar millones de idiomas la conversación no era su fuerte, y había muchas cosas que se les escapaba, no comprendían que significaba un momento, como esas madres o padres que aparcaban un momento en la puerta de los colegios para que sus hijos bajen del coche, en su planeta o se puede aparcar o no se puede aparcar, no comprendían como una amistad podía ser familia, le prometieron un buen sueldo y salud, y accedió, lo reclutaron, le pusieron una inyección y todos sus dolores y enfermedades desaparecieron por arte de magia, ahora les pertenecía, tenia que hacer todo lo que le pidieran y tenía que ir acompañado a todas partes con un juez de combate, sus días basicamente era evitar que un juez metiera a alguien en prisión o que le pegase un tiro en la cabeza, cosa que pocas veces conseguía, estos tipos de vete a saber donde tenían nula paciencia y eran extremadamente belicosos y violentos, a jessica no le gustaba pero no podía hacer otra cosa, al menos ganaba tres mil euros al mes y pudo salir, más bien escapar de un mal barrio, y comprarse una casa donde poder vivir con jessica, lejos de un padre que desde niño lo maltrataba y que no quería a jessica en la familia por su color de piel, su padre pensaba que todo lo que no fuera europa no eran personas eran monos, y que los conejos deben vivir con los conejos, los leones con los leones y las cebras con las cebras, poder salir del ambiente toxico del hogar, tener un trabajo, y vivir con jessica le cambió profundamente, fue muy radical dejar atrás los gritos y los insultos constantes por un hogar donde se respiraba amor, armonía, donde se oían risas y canciones, no fue fácil dejar atrás a la familia y convivir con una mujer tan activa y que tenía otras costumbres, le cambió la dieta de comida basura por una más saludable, le daba abrazos a cada rato, besos, lo hacía bailar, se sentía extraño, como un pez fuera del agua, pero se sentía feliz, extrañamente feliz, era una sensación única, nueva, y le gustaba, cada vez le gustaba más, y no era porque jessica fuese una mujer espectacular a la que todos los hombres se le quedaban mirando por la calle, y no era porque le hacía el amor varias veces al día si podía, estaba enamorado de su belleza interior, era una mujer muy romántica, muy melosa, muy cariñosa, que le hablaba con mucha dulzura y lo hacía crecer como persona, aquella mujer sabía como alimentarle el corazón, como sanar su alma herida, estaba conociendo y experimentando el amor y era algo que le encantaba.


A jessica no le gustaba el trabajo de roger, era peligroso, y a saber que cosas tenía que hacer que no le contaba para no asustarla, pero no podía hacer nada, no se podía discutir con aquellos monstruos, al menos dijeron que estaban de paso que no estarían más de cuatro a lo sumo ocho años, que venían a salvar el planeta y a salvar a la humanidad de si misma, que si seguían unas pautas se marcharían enseguida, claro que esas pautas chocaba frontalmente con la manera de vivir de la humanidad en los últimos tiempos, tenían que acabar con la contaminación, buscar forma de energías alternativas, salvar los bosques, los animales, y empezaron por españa, era como su cuartel general, experimentaban con los españoles el modo de conquistar o exterminar a la humanidad si llegaba el caso, ella dejó todo por amor, conoció a roger por casualidad y se enamoró al instante, un hombre maravilloso, oscuro, herido, pero maravilloso, dejó a sus hermanas, a su padre, su país, lo dejó todo por amor, por vivir con roger, viajó a un país extraño, le dolió en el alma que no la aceptaran por ser de la selva, por tener otro color de piel, por ser de otra raza, pero no pudo hacer nada, roger ya trabajaba para estos monstruos cuando ella llegó, y ya tenía una casa preparada para ellos, amaba a roger, le hacía reír, reír de verdad, hasta llorar, hasta toser porque se quedaba sin aire, era muy detallista, era medio brujo si algo le pasaba lo percibía, hacia el payaso para que no pudiera parar de reír, o se le acercaba y le daba un abrazo, o ponía un beso en la mejilla, amaba sus detalles, le decía cosas bonitas, le escribía poemas, o como cuando entró en la casa y el salón tenía cuadros con fotos de su familia, de sus hermanas, y roger era muy romántico, aun recordaba cuando se vieron por primera vez y la llevó a la casa la besó, no se podían besar ni tener relaciones sexuales por culpa del covid, pero roger la besó le dijo que prefería morir un millón de veces que quedarse sin besar sus labios, y hacían mucho el amor, si tenían que morir por ello pues morirían, recordaba como le enseñó las playas de almería, sus calles, sus avenidas, su catedral, su alcazaba, que vistas tan bonitas y como le contaba que ella era su reina mora que se pusiera en situación, y se sentía como una reina, se imaginaba con sus vestidos mirando el sol del horizonte, y entonces pasó, así de sorpresa, se le puso de rodillas y le preguntó que si quería ser su reina mora hasta el fin de los tiempos, y ella que era una romántica empedernida dijo que sí llorando de felicidad.


- ¿Qué haces aquí tan temprano roger?


- Le pregunté a mi hijo, si nosotros los buenos matáramos a todos los malos, ¿quienes quedaríamos?, los asesinos me contestó. y ese es el mantra de las revueltas, no importa todo lo bueno que hicieran, no importa todo lo malo que se hizo antes de que ellos aparecieran, ese es el mantra y a tercos no le gana nadie a la humanidad, las revueltas van a más y no tienen ni idea de a lo que se enfrentan.


- La gente es así roger, nunca esta contenta con nada, pero no me negarás que estos marcianos o de donde coño sean son unos asesinos y unos salvajes, por muchas cosas bien o buenas que han traído.


- En el fondo no son tan malos si se les presta atención, acabaron con los politicos, dieron trabajo ya casi no hay paro, acabaron con asesinos y violadores y gente mala de verdad, han traído prosperidad para los justos y la gente de bien, han construido hospitales, bibliotecas, universidades, a un precio muy alto lo sé, y que antes no se moviera un dedo con aquellos que nos mataban de hambre y que ahora sí se muevan casi toda la humanidad a un mismo paso me jode, yo medio los conozco, he visto cosas horribles, no te imaginas como son, como piensan, el poder que les rodea.


- No los defiendas son unos salvajes, bueno cálmate cielo no es la primera vez que hay revueltas ya se calmarán, acuérdate como cuando se enfadaron los britanicos porque tomaron gibraltar, como hicieron desaparecer londres y todo el mundo se calmó porque se cagaron en los pantalones.


- jessica, va a pasar algo malo.


- ¿Qué sabes que no me quieres decir?, me estás asustando.


- No te preocupes a nosotros no nos pasará nada, creo.


- Te quiero mucho, eres mi oasis, solo tú sabes como aplacar a mis demonios, me das mucha paz.


- Yo también te quiero mucho, aunque lo diga muy poco, son los cuatro años más felices de mi vida.


- Se me hace un nudo dentro de mi cada vez que te lo oigo decir, aunque no lo digas ya te conozco bien y tienes muchas formas de demostrarlo, me siento muy amada.


- Estás preciosa con esa blusa celeste.


- Es un poco escotada creo que demasiado.


- Tonterías, eres una exagerada, te ves preciosa, te queda muy bien.


- Pondré algo de música se me antojó bailar con mi amorcito.


Se había oscurecido de repente, fuera las grandes naves alienígenas con todos sus aparatos y toda su panafernalia habían comenzado con su expurgo, se oían explosiones, gritos, tras la ventana se podían ver edificios y coches en llamas, parecía el fin del mundo, el fin de la humanidad, pero todo se oía muy lejos, como sino fuese con ellos, en la habitación solo se oía rio roma, mariah carey, whitney houston, baladas, canciones lentas y románticas, el mundo jamás acabaría porque el único mundo donde querían vivir era en el corazón y en los ojos que los miraban, estar entre los brazos del ser querido, del ser amado, respirar y suspirar con el alma llena de magia.


- Eres preciosa no me canso de decirlo.


- Y tú tienes los ojos preciosos mi príncipe.


- En verdad me tocó la lotería contigo, eres un regalo del cielo.


- ¿Por qué eres tan guapo?


- Guapo esos ojos negros tuyos y ese pelo que cae por tu espalda.


- Eres un ángel.


- Hay personas que brillan solas, y luego estas tú que iluminas todo lo que tocas.


- Mi vampiro de la saga crepúsculo.


- Mi zoe saldaña.


Y se besaron, no dejaron de besarse, no dejaron de bailar ni cuando se fue la luz y ya no había más música, ellos aun la oían rebotando en las paredes de la casa, se acariciaron, con los ojos, con las manos, hasta perder la ropa sin darse cuenta y acabar en la cama uno encima del otro, mirándose de una forma única, como quien mira algo excepcional y maravilloso, y se refugiaron en el pecho el uno del otro, se amaron entre las sombras y la oscuridad, alumbrados solos con los destellos de luces lejanas que entraban por la ventana, y los suspiros enamorados de dos corazones desbocados y salvajes, que se estaban amando.


Una gasa transparente, pintaba de noche el cielo, la brisa suspiraba las letras de un ábrete sésamo, y la gasa se desvaneció y mis ojos vieron el más hermoso de los universos,
con sus lunas, sus constelaciones, con sus estrellas, con sus planetas, con sus soles, y yo sentía que volaba como un ángel con alas de fuego por todos sus rincones, un universo mágico, que parecía no tener fin, con curvas imposibles, con espirales de locura, con horizontes de colores, con verticales de auroras boreales que prometían abrazos que no te dejarían dormir, te dejarían soñar, te dejarían volar tras estrellas fugaces calientes como un beso, te dejarían pedir un deseo y soñar, vivir, tocar y volar el sueño de los despiertos, mil caricias resbalaban por la piel, de mi cuerpo y su cuerpo, la piel de ese universo que no podía ser real y sin embargo era real, y me embargaba con aromas de vainilla y de incienso, universo que oía suspirar cuando mis alas volaban más rápido y me introducían más y más adentro, su corazón palpitaba como un animal herido, o tal vez era mi corazón que latía tan fuerte que se iba a salir por mi boca, o tal vez todo fue solo un sueño de mi alma loca, o mi corazón que se sentía querido por todo cuanto veían mis ojos que una vez pensaron que no existía tanta belleza y la había tocado, la había vivido, ábrete sésamo y dos bocas en ganímedes se habían besado, o en venus, o en la luna mas llena, o cuando el universo quedó dormido tras una gasa trasparente pintada de una noche que se perdía con las primeras luces del día, y los primeros rayos del sol acariciaban mi rostro y me susurraban al oído con la mayor de las ternuras, existe, fue real, no lo has soñado, y rodee su cuerpo con mis brazos, y agarré su mano con mi mano.



mapashito
antonio cintas anguas

Wednesday, September 02, 2020

piña

 


- Dios me odia, la vida me odia, o el destino, o quien sea me odia, solo es feliz viéndome sufrir, estoy cansado, muy cansado, hay días que solo tengo ganas de dormir y de llorar, ojala pudiera quedarme dormido y no volver a despertar, pero no tendré esa suerte, Dios, o la vida, el puto destino me tiene reservado una muerte cruel y dolorosa.

- no sabes lo triste que me pone verte así, me haces llorar, tienes que animarte, todo pasará ya lo verás, Dios nos envía pruebas, sanarás Marco Antonio solo tienes que tener paciencia, no ser tan negativo, creeme hombre de poca fe, yo cuidaré de ti. - si dejas de hablarme lo entiendo, no puedo darte la vida que te mereces, la vida que sueñas, soy poco menos que un mueble la mayor parte del tiempo lo paso en la cama, o yendo y viniendo de médicos y hospitales, siento ser tan pesimista, estar tan derrotado, ser tan seco, pero no puedo evitarlo me sale de dentro, soy así que puedo decir. - tú no eres así, hay un hombre precioso dentro de ti, yo lo he visto con su media sonrisa que me encanta, con sus chistes y sus bromas, un hombre romántico y cariñoso, un poco seco sí, demasiado para mi gusto, pero estás lleno de luz, yo lo he visto, detrás de esa cara triste y apagada que tienes hoy, un hombre que me mata de la risa, que me sana con su cariño, que me hizo creer en mi misma, que logró que me valorase, que me viese guapa, sexy, sensual, has despertado algo dentro de mi que llevaba mucho tiempo dormido y que no se atrevía a salir, yo cuidaré de ti, todo va a estar bien, solo tienes que tener un poco de paciencia, recuerda que si tú caes yo caigo contigo, eres mi fuerza, has traído alegría a mi vida, solo tienes que comer más fruta, come piña. - no sé que hice para que me quieras tanto, eres un regalo del cielo, me tocó la lotería contigo, ojala algún día pueda quererte tanto como tú me quieres, aunque creo que eso es imposible, nadie ni nada puede amar o querer tanto como lo hace ese corazón enorme que late en tu pecho Cleo, en la próxima vida la contraseña para encontrarnos será come más piña. - si el corazón es grande como mis tetas entonces tienes razón nadie tiene un corazón más grande que el que tengo yo. - jajaja estás loca Cleo. - una loca para un loquito, alegra esa cara amor, ya sé como alegrarte, no te muevas. Cleo era una mujer grande, y guapa, se ganaba la vida como modelo eso sí modesta pero como modelo al fin y al cabo de tallas grandes, y Marco Antonio había despertado en ella su sensualidad y una coqueteria que no conocía y que ahora le divertía y le gustaba, se compraba ropa interior atrevida, y le hacia un pase de modelos privados solo para sus ojos, siempre nerviosa, activa, y con una sonrisa que le llenaba la cara y le nacía de lo más profundo del alma. Marco Antonio casi siempre estaba enfermo, desde muy niño siempre padecía de dolores o de enfermedades, vivía rachas buenas donde los dolores le dejaban respirar un poco y vuelta a virus, y lo que no son virus, y eso le fue comiendo por dentro, la alegría, la ilusión, las ganas de vivir, estaba desesperado, abrumado por tantos años de dolores, tantas medicinas, tantas agujas, Cleo fue un soplo de aire fresco en su vida, pero no podía seguirle el ritmo, los dolores no le dejaban en paz, y allí la tenia ante sus ojos, picara, traviesa, juguetona, con su piel de bronce, su melena azabache, su cabello lacio cayendo por sus hombros y su espalda, con su lencería tan sensual, unas de color rosa, al poco de color blanco, o amarilla, traviesa, riendo nerviosa haciendo poses sugerentes, con su bata de gasa trasparente, estaba arrebatadora, no existía en este miserable planeta una criatura más hermosa que ella, el mundo se hacia pedazos a su alrededor, en una guerra de años entre negacionistas y los gobiernos, en una lucha de poder farmacologica por tener las mejores vacunas contra los virus que desde hacia años asolaban en el mundo y que hacían morir a millones de personas, poco importaban las mascarillas, o las manifestaciones, estaban solos los fines de semana en esas cuatro paredes, aquella habitación era el paraíso de ambos, su santuario de amor, y ahora la pasarela de Milán para sus sentidos, para sus ojos lascivos y enamorados, Cleo tras una vida de malos tratos encontró la fuerza para volar en libertad cuando ya hubo criado a los hijos y estos hicieron su vida cada cual por su lado, Marco Antonio fue una liberación, fue dar rienda suelta a su romanticismo, a su fantasía, no creía que pudieran existir hombres cariñosos y románticos, y encontró uno que solo la veía bella, no importaba si le hablaba de sus tetas feas y gigantes, sus kilos de más, sus marcas, sus lunares que le habían cerrado tantas puertas en su profesión, Marco Antonio todo lo veía hermoso, y se lo explicaba, y la fue convenciendo, aquel hombre seco y triste la había convertido en poesía, y no en una poesía cualquiera, en una poesía hermosa, se sentía bella, una diosa, se miraba al espejo y se veía hermosa, sensual, imparable, inmortal. - hoy he amanecido con los ojos chinos. - te ves guapa. - parezco una asiatica hoy casi no se me ven los ojos. - a mi me gustan más los ojos de las japonesas no me parecen tan pequeños. - entonces seré tu japonesa. - sí, mi chica manga. - sí, tu chica manga, de grandes ojos y de enormes tetas. -siiiii, me encanta, mi chica manga, que solo hace hentai conmigo. - solo contigo. - eres preciosa. - me veo y me siento preciosa sobre todo cuanto tu me miras. - si cierro los ojos sigues siendo preciosa Cleo. - abre los ojos no seas tonto Marco Antonio, tienes unos preciosos, me encantan. - los tuyos son más bonitos. - no, los tuyos son más bonitos. - vale empatamos. - y tu boca redondita es más bonita. - la tuya más. - la mía es pequeña Marco Antonio, la tuya es más hermosa. - estás intensa hoy. - dame mis besitos. - vale Cleo, tu pagas las consecuencias. - yo pago las consecuencias y lo que haga falta. Marco Antonio le dio sus besos, sus piquitos suaves y pequeños, siempre empezaban así, con besos timidos, un millón de besos, y en un determinado momento sin saber como empieza o que lo provoca, se comen el uno al otro, se besan con pasión, gimen, jadean, se hacen el amor con fuerza, con frenesí, como si se odiaran, intenso, se muerden, se arañan, se ahogan en sudor, pierden el aliento hasta quedarse sin aire, mueren de sed y piden agua, destruyen la cama, hacen tanto ruido que los oyen hasta en la luna, luego mueren uno en los brazos del otro, se dan más besos, se dan más caricias, suaves, se dibujan las letras de un te quiero en los rincones de sus cuerpos agotados, se duermen en la mirada del otro, se arrullan en los latidos del corazón que cabalga desbocado en sus pechos y que poco a poco van encontrando la calma, hasta que por fin, abrazados y llenos de amor los amantes se quedan dormidos. Marco Antonio se marchó en silencio, llevaba mucho tiempo meditando lo que tenia que hacer y aunque sentía que era un cobarde y que estaba traicionando a la mujer que más amaba estaba decidido llegar hasta el final, ya no tenia más paciencia, quería empezar de cero y donde iba no podía llevar a Cleo.
Cleo abrió los ojos, sentía que algo no iba bien, algo la despertó, Marco Antonio no estaba en la cama, en su lugar había una nota, apenas había leído dos lineas cuando sus ojos comenzaron a llorar, se vistió todo lo deprisa que pudo y dejando la carta sobre las sábanas arrugadas salio corriendo. La mañana era cálida, para ser tan temprano aun hacia bastante calor, cada vez le gustaban menos los veranos aquellas temperaturas no eran normales, no podía ser ni sano vivir con esas calores, miraba al horizonte, el océano se veía precioso con aquella luz única desde los acantilados, sabía lo que tenia que hacer, sabía que tenia que hacerlo, pero aun así llevaba varias horas mirando la inmensidad del mar esperando el momento adecuado, cuando de repente sintió como una mano sujetaba su mano Cleo estaba allí. - ¿qué haces aquí? - ¿qué crees que hago aquí? - lo siento de verdad que lo siento pero es que no puedo más, siento ser tan cobarde, siento decepcionarte, siento romperte el corazón, desilusionarte. - eres el hombre más valiente que conozco, el más fuerte, eres iron man cariño. - no, no lo soy ¿cómo lo sabías? - ya hemos estado aquí antes, viendo anochecer o amanecer desde estos acantilados, hemos visto sus estrellas y pedido deseos a sus estrellas fugaces, soy mujer me doy cuenta de todo, me hiciste el amor como si no hubiera un mañana, como si fuese una despedida, sé que tienes la columna mal, sé que no puedes hacerlo, llevamos meses sin hacerlo porque te duele, y me diste como para un mes, vi tu cara bobo, soy medio bruja no lo olvides. - ¿y ahora qué? - no lo hagas, hay médicos, ten paciencia, estás en mano de Dios, Dios no envía cargas que no puedas soportar, hombre de poca fe, seguro que dentro de poco vemos la luz al final del túnel. - no puedo más, eso de que Dios aprieta pero no ahoga es mentira, no puedo respirar, ha podido conmigo. - no digas eso Marco Antonio. - encontrarás un hombre de verdad, alguien mejor que yo, serás feliz lo sé, lo siento, enserio que lo siento. - solo te quiero a ti, y solo voy a quererte a ti, si tu caes yo caigo contigo. - vive Cleo, vive por los dos, disfruta por los dos, estás llena de vida, tienes toda la vida por delante. - estoy llena de vida por ti, no hay más que hablar, somos dos testarudos, yo no puedo convencerte a ti ni tú a mi. - ¿entonces qué? - aprieta mi mano y a la de tres. - aprieto fuerte tu mano, vamos. - dime que me quieres Marco Antonio. - te quiero Cleo, te quiero muchisimo. - no sabes como me alegra oírlo, el nudo que se hace dentro de mi. - ¿lista? - lista. - uno, dos, y tres. - que Dios nos perdone. y volaron como ícaro, en picado contra las rocas, siendo cada uno las alas del otro, volaron agarrados de la mano para caer abrazados ya para siempre el uno junto al otro, para empezar de nuevo si es que existe un más allá, si es que hay vida en otras dimensiones paralelas, o si existen viajes estelares a otros mundos lejos del que nos rodea. Hacia un frío tremendo para ser otoño, Boris seguía mirando por el escaparate de la librería, no miraba sus libros, solo tenia ojos para Sasha, llevaba meses soñando con ella, con sus ojos, con el sonido de su voz, aquellos ojos marrones le parecían los ojos más bonitos del mundo, le atraían de un modo que no era normal, pero era muy cobarde y no se atrevía a decirle nada, alguna vez entraba, hacia como que miraba los libros, y cuando se le acercaba y le preguntaba si buscaba algún titulo en particular se inventaba cualquier escusa para salir corriendo, y el día siguiente vuelta a empezar, y así cada día de la semana, pasaba por la calle y al llegar al escaparate no podía apartar los ojos de aquella mujer que lo hipnotizaba, era tan hermosa que si existiesen los ángeles del cielo seguro que aquella criatura sería uno de ellos, le temblaban las piernas, le sudaban las manos, la columna, entró y se puso a ver libros acá y allá, y se le acercó, con su pelo largo y azul, como esas chicas japonesas de los manga que tanto leía, se acercó con su sonrisa llenandole la cara, con su cuerpo de Diosa, quería decirle que el libro que buscaba era ella, siempre fue ella, solo quería leerla a ella, hoy y siempre durante todos los días de su vida, pero no tenia el valor para soltarle a la cara todas esas cursilerias, entonces ella hizo algo inesperado, le agarró de la mano, y el tiempo, el mundo, todo cuanto le rodeaba y su propio corazón comenzaron a ir más despacio, como a cámara lenta, como si casi se hubiese detenido. - yo también te miro, me he dado cuenta que todos los días durante hace dos o tres meses te paras frente al escaparate y no me quitas los ojos de encima, a veces entras haces como que te interesa algún libro pero solo estas pendiente de mi, al principio me incomodaba, pero ya me he acostumbrado, ya te espero cada día porque por alguna razón que no comprendo me alegras el día, no pasa nada, yo también soy tímida, como tú, puedes confiar en mí, si tienes algo que decirme no me reiré, te escucharé atentamente. - es que no se por donde empezar, es que es un poco raro, algo de locos, desde niño tenia un sueño extraño donde se repetía en mi cabeza una frase una y otra vez y el amor de mi vida tenia los ojos marrones así bonitos como los tuyos, incluso juraría que son tus ojos con los que soñaba, no hay unos ojos más bonitos que los tuyos, ni siquiera en el mundo de los sueños aunque suene cursi. - no es cursi, es muy bonito, me has sacado los colores, así que sueñas conmigo, eso no me lo esperaba, y en ese sueño raro tuyo, no sé como continuar. - ¿qué quieres saber? - come más piña. -¿cómo? - siempre que me quedo en blanco o no se que decir digo come más piña, será porque hay una frutería frente a la librería no lo sé. - ¿cómo sabes eso? - ¿saber qué? - en mi sueño se repite una frase en mi cabeza, come más piña, y encuentro un tesoro, o el amor de mi vida, y se me ha repetido durante años, te lo juro. - come más piña. - come más piña. y se abrazaron como si ya se hubiesen abrazado muchos años antes, y se besaron como si sus labios y sus besos se extrañasen por décadas, y se comieron como si ya se hubiesen devorado mucho antes, y comenzaron a sentir en sus cuerpos un calor y un amor que no les era desconocido, era extraño, no se conocían de nada y en aquel momento sentían que se conocían de toda la vida, y los besos les sabían a piña, a libertad, a reencuentro, a poesía nueva y antigua, pero sobre todo, a fantasía. antonio cintas anguas mapashito