No sé que personaje eres, en ese libro infinito de cuentos en donde nada es lo que parece y todos somos aquello que queremos, no sé si eres una caperucita de ojos marrones e intensos que vaga por los bosques enamorando el corazón de todos los lobos y leñadores caminando con una sonrisa invencible y picara y sin miedo, no sé, tal vez seas un lobo, uno solitario que aulla a la luz de la luna por las heridas de su pasado y que anhela encontrar un amor real y verdadero, otra criatura mágica que haga aullar de alegría verdadera, o tal vez eres esa abuelita moderna que le dice a caperucita que se lo pase bien, que salga, baile, grite y cante, que sea sensata y use protección y que no pierda de vista su bebida, o no sé, eres el leñador, conociendote uno que no daña a los arboles, uno que va regando con cariño sus raíces y los va abrazando uno a uno diciendoles, oohh cuanto creciste, tal vez seas una doncella en una alta torre de un alto castillo que le dijo no al apuesto caballero porque no te seducen los principes azules, tu corazón suspira de amor por un dragón fiero.
No sé, es todo tan mágico y confuso a un mismo tiempo cuando caminas por ese suelo blanco y de tinta con tantas letras y sueños, tal vez seas un hada madrina, o el genio de una lámpara que concede deseos, o una valiente valquiria, o guerrera que planta cara a las injusticias y a los monstruos que dan más miedo, no lo sé, tal vez seas un poco de todos o de ninguno, yo soy un niño perdido de nunca jamás que no sabe crecer y vive enamorado del alma de campanilla, ese amor que peter pan no supo ver, tal vez seas tú esa campanilla, no lo sé, o eres esa alicia de pelo castaño que corre tras un conejo para tomar café con el sombrerero loco, o eres esa blancanieves que tiene entre siete u ocho hombres en la cabeza y tiene cada tarde cita con el psicologo, en este mundo de escritores, fantasía y poetas todo puede pasar y todo puede ser, o eres esa Nadia de flor en el pelo que un día me enseñó a leer un libro que hablaba de bestias y de un cielo que solo tú y yo imaginamos, o eres esa principita que salta de estrella en estrella para que no te encuentren los ojos de ningún hombre y quien te quiera ver tendrá que soñarte al cerrar los ojos muy temprano,
no lo sé, o si lo sé, yo que sé, solo soy un loco más que persigue por el suelo tus pasos y persigue tu aroma en el aire, que te busca entre las estrellas y que suspira distraido, dormido, despierto, o soñando, que aunque no te lo diga te quiero mucho, que mi corazón es tuyo, que amar te amo, seas aquello que seas y que tú quieras ser, fuego fatuo de un horizonte lejano que brillas como una luz blanca de fuerza inagotable a la que quiero acariciar con mis manos.
antonio cintas anguas
mapashito
