Friday, September 25, 2020

fugaces



 - Dicen las estrellas que los fugaces somos nosotros.

- Solo estamos de paso, ellas llevan siglos brillando en lo alto del cielo. - Nunca vi tantas estrellas como esta noche, ¿cuantas habrá? - Millones, tantas como suspiros, millones de millones. - A mí las que más me gustan son las que brillan en tus ojos. - Gracias me vas a sacar los colores. - En la ciudad es imposible verlas así. - Verdad la gente no sabe lo que se pierde, se respira tanta paz, tanta magia, mira Pedro esa constelación parece una especie de triángulo, ¿cómo se llamará? - No es exactamente un triángulo, ¿serán las luces de una nave espacial? - No digas eso tonto, que miedo, ¿te imaginas? - Clara a mí solo me gustan las constelaciones y las estrellas de tu cuerpo. - Te pones tan romántico y tan mono después de hacer el amor, te quiero chiquillo, la sonrisa es mía pero el motivo eres tú. Que lejos quedaba aquella niñez, cuando se vieron por primera vez aquel tórrido verano cuando llevaron a Clara en una silla de ruedas a la casa de campo a pasar las vacaciones junto a su abuelo, para que pudiera comer más sano y respirar un aire limpio lejos de la contaminación de la ciudad, Pedro se enamoró en cuanto vio aquellos ojos azules, le robaron el corazón para siempre, le costó hacerse su amigo, el abuelo era un hombre alto y gruñón que pretendía tener a Clara en una caja de cristal, y a Clara le avergonzaba que la vieran en sillas de ruedas y ocultaba sus piernas a los demás, pero el que la sigue la consigue, y a pesar de las protestas del viejo se hicieron amigos y la amistad fue creciendo verano tras verano, la amistad, sus cuerpos, y un amor incondicional que ni la distancia pudo evitar que latiera fuerte en sus corazones. Clara no podía quitarle los ojos de encima, no podía dejar de mirar aquellos ojos almendrados llenos de una ternura infinita, aun recordaba una noche como aquella, donde se besaron por primera vez, Pedro siempre estuvo a su lado sin preguntar por aquella estúpida silla de ruedas, ni por sus piernas todas llenas de feas y horribles cicatrices que siempre ocultaba con pantalones y leotardos, nunca sintió lastima por ella, Pedro se limitó a quererla como un tesoro, a darle compañía, hacerla reír como él solo era capaz de conseguir, a complacerla, a mimarla, a sentirse mujer, que no era menos que las demás, que era más fuerte que sus problemas, una noche como aquella la miró a los ojos y la besó, sintió como se borraban todas las tristezas, las operaciones, el dolor, la muerte de su mejor amiga Heidi, aquella curva, aquel quita miedos que destrozó su vida, la desnudó con mucho cariño, despacio, besó cada lunar, cada marca, cada cicatriz, desde sus labios hasta sus caderas, y besó todas sus piernas, todas sus heridas, y se sintió volar cuando le hizo el amor bajo la luz de las estrellas, dos lágrimas calientes caían por sus mejillas y Pedro preocupado después de saber que estaba bien las secó a besos con sus labios, y ella le susurró dame más fuerte, y desde entonces siempre que podían se escapaban unos días a la montaña, a una casa rural, o al campo, y hacían el amor hasta aullar más alto que los lobos. - Podría quedarme toda la vida aquí. - ¿Sin internet?, ¿sin cobertura en el teléfono?, ¿sin comodidades? - Te tengo a ti Pedro ya no necesito más. - Ahora soy yo quien se va a poner rojo Clara. - Me gusta la naturaleza, su olor, sus colores, sus árboles, sus flores, su vida, podría ser feliz aquí lejos del ruido de los coches y de las prisas de la ciudad, aquí se respira paz. - A mí también me gusta la naturaleza, lo único que llevo regular es el ruido de los bichos y mi mala relación con ellos. - Loco no son bichos, se llaman animales y son un amor, aun no sé como siendo un chico de pueblo, un chico de campo aun no te has acostumbrado a ellos. - Ufff y yo que sé Clara, misterios de la vida. - ¿Y si tenemos un perro? - No jodas, ¿en serio? - Sí y le ponemos de nombre nieve o niebla. - Un pastor alemán o un rottweiler que se coma a quien venga a molestar o quiera asaltar la casa. - No necesitamos un perro guardián, da igual el tamaño, eso no importa, da lo mismo si es un perro grande o pequeño. - Mis primas llevan años queriéndome regalar a Catalina. - Síííí, el bodeguero de tus primas, es un amor y a mí me encanta. - Mira una estrella fugaz corre pide un deseo. - Pedro dicen las estrellas que los fugaces somos nosotros. - Chica lista, aprendes rápido Clara. Fue una noche de verano donde perdimos el control la timidez se confundía junto a nuestras ropas desparramadas por el suelo, la lengua y las manos tomaron tu cuerpo poniendo un pijama de saliva desde tu cintura hasta tu cuello, acariciando y comiendo como un hambriento todo el calor y esplendor de tus pezones y senos, la piel se rozaba sin cesar en un baile frenético, bajo la luz de la luna un torrente cálido surcaba entre tus piernas con tus manos aferradas a mis caderas, de rubor volvían la cara las estrellas, los gemidos y jadeos eran en mitad de la oscuridad de la noche un in crescendo aullido, dos animales ciegos de pasión que muerden y arañan en un hipnótico combate hasta que de pronto estallan, y así exhaustos y abrazados con la respiración acelerada, se besan y sonríen mirándose a los ojos prometiendo con sus miradas que habrá otro asalto cuando llegue la mañana. Hicimos el amor junto a una hoguera, en el porche, en el balcón, junto a la ventana contando suspiros y contando estrellas, jugamos con nuestras manos, nos miramos y le pusimos nombre a cada una de ellas, nos reímos hasta que de tanto soñar despiertos con el calor del amor nos dormimos, nos despertó el canto de los pájaros, el olor a un abrazo, el sonido de tu voz cálida y dulce apartando el pelo de mi cara susurrándome un te amo, nos apretamos, nos refugiamos en el pecho del otro, y vimos las estrellas más bonitas del mundo en nuestros ojos, en esa mirada infinita y cálida que nos mira como un regalo del cielo, no sé como lo haces, hicimos realidad los deseos y nos llenamos el alma y los labios de besos eternos y fugaces.


mapashito
antonio cintas anguas

1 Comments:

At 5:10 PM , Blogger Yurisa said...

Y vimos las estrellas más bonitas del mundo en nuestros ojos ...me encantó, muy tierno. Felicidades.

 

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