NO HICIMOS NADA POR EVITARLO
Fue en la feria
en honor a la patrona del
pueblo
cuando te agrietaron el
corazón,
y yo sequé tus lágrimas
con mis bromas y mi cariño,
te avinagraron el carácter
pero yo siempre supe
como sacarte una sonrisa
y hacerte reír
desde que era un niño
Toda la tropa que iba
acabamos en casa
de unos de tus amigos,
yo dormía en un cuarto
muy pequeño
con un sofá envuelto en
plástico
que cada vez que me movía
hacia un ruido escandaloso,
aunque a ti te tocó peor
suerte
porque tenías que dormir
en una colchoneta en el suelo
Y mi puerta se abrió,
estabas frente a mí
con solo un camisón
que tenías pegado al cuerpo
por el sudor ante tanta calor
y me dio un salto el corazón
cuando recibí el regalo
de tus besos
Recuerdo el sutil roce
de tus caricias,
el de tu piel con la mía,
el baile frenético
de nuestros cuerpos
en las sábanas del suelo
o en la silla del escritorio
junto a la ventana,
el sudor que nos empapaba
nuestros cuerpos y las almas,
tu espalda mojada
tu cabello enredado,
el palpitar de tu pecho
como mil caballos desbocados,
nos devoró la lujuria,
las ganas, tal vez,
una tensión sexual no
resuelta,
pero no hicimos nada por
evitarlo
y tus caderas y mis caderas
hicieron poesía
entre susurros que era música
al tenerte encima
y sentir el orgasmo de tu
sonrisa
No sé si nos oyeron,
no sé si quiera si pasó,
pero que bonito sueño,
que bonito despertar,
que viva tu pueblo
y las fiestas del Pilar
Antonio cintas anguas
