santorini
Recuerdo como unos amigos querían enseñarme las
playas de su localidad, me contaban desde hacia semanas que no tenían que
envidiarle nada a las famosas playas de aguas cristalinas y de arena blanca del
caribe, recuerdo bien que hacia calor, que íbamos en ruta por la ciudad
subiendo a uno y a otros, que nos apretábamos, yo en la parte de atrás y que
solo faltaba una persona más, una chica con la que me intentaban emparejar sin
suerte, y entonces ocurrió, no fue lo mismo ver sus fotos y conversar tras la
pantalla de un ordenador, de entre las casas de una calle estrecha surgió como
por arte de magia, como si no perteneciera a este mundo y hubiese escapado de
un cuento de hadas, subió a la parte de atrás para hacerse un sitio a mi lado,
y me dejó sin aliento, tanta belleza no podía ser verdad, el color de su piel
canela, caña de azúcar de azúcar moreno, su pelo largo y oscuro, sus ojos
profundos llenos de un misterio insondable, los labios más bonitos del mundo,
fue un flechazo directo al corazón, por un instante preso de mi fantasía y mi
romanticismo sentí que ya la conocía de antes, de otras vidas, y pensé que me
miró y que fui la razón de su sonrisa, tenían razón, playas que solo había
visto en el cine, arena fina y blanca, aguas transparentes, cristalinas, puras,
un sol y un cielo precioso, yo no podía dejar de mirarla, y veía que ella no me
quitaba los ojos de encima, fue divertido, una de las mejores tardes de mi
vida, una de las pocas veces en la vida donde uno puede decir que fue
plenamente feliz, después cada mochuelo a su olivo, aunque volvimos a quedar en
la noche para tomar unas copas y conocer las discotecas de moda, aunque yo no
soy de bailar, las miradas, las risas, ella había venido cuando todos decían
que era muy reservada y que nunca salía de noche, que debería ser cosa mía, y
yo pensaba que era del todo imposible, no soy para tanto y ella es una locura, es la reina del baile, la dueña de la pista, su
vestido azul de lentejuelas brilla con mil destellos por las luces de colores,
parece un ángel, no mires más no vas a encontrar en ninguna parte una mujer más
bonita, es el centro de atención todo el mundo la mira, musa de mil poesías,
baila como en trance recorre su cuerpo la música, su pelo al aire mecido como
una bandera por el viento me mira y su sonrisa es electricidad en mi espalda,
me pide que me acerque me hace una señal con su dedo me agarra entre sus brazos
muy fuerte contra su pecho me mira con sus ojos que son dos sueños y me da un
beso con esos labios que parecen de caramelo.
- ¿Garu?
– Me confundes con otra
persona yo me llamo Haruki Murakami.
– Perdón, yo me llamo Pucca,
¿a qué te dedicas Haruki?
– Soy escritor, o al menos es
mi sueño, escribo poemas, novelas fantásticas, ¿y tú Pucca?
– Ufff si te lo cuento no te
lo creerías, eres Garu lo sé.
- ¿Quién es ese Garu?
– Perdóname fui una mal
educada, me iré a casa.
– Deja que te acompañe, no se
me da bien bailar y hace una noche estupenda para caminar.
No podía apartar los ojos de
Haruki, era Garu, estaba completamente segura, la reencarnación de Garu, o
tantos siglos de lucha y de la ausencia de su gran y único amor la estaban
haciendo perder la cabeza, el mundo había cambiado tan deprisa a su alrededor,
Kimera era inmortal, el demonio verde tenía una larga vida, ya no podía ir por
las calles con su armadura y con sus espadas, tuvo que reinventarse, cambiar
junto con el mundo que la rodeaba, echaba de menos la civilización antigua,
ahora había mucha más luz, mucho más ruido, muchos más habitantes y muchos más
hells que habían cambiado también y eran más difíciles de encontrar porque se
habían adaptado mejor que ella a la sociedad y a las nuevas costumbres de la
civilización, no podía contarle que su trabajo era el de cazadora de hells la
tomaría por una loca, después de tanto tiempo su corazón volvía a latir lleno
de esperanza había encontrado a Garu solo que Haruki no sabía que era Garu y
que habían combatido a los hells hombro con hombro y que se habían enamorado el
uno del otro para toda la eternidad, eran su dragón rojo y su ave fénix azul,
se dejó llevar, volvió a sentirse una chiquilla enamorada, soñadora, le agarró
de la mano y caminaba por las calles de una ciudad bulliciosa mirando al cielo
lleno de estrellas con su luna de sangre grande y naranja y roja, dio rienda
suelta a tanto amor que llevaba en su pecho encapsulado, había recuperado la
sonrisa, ya soñaba despierta con poder llevar una vida normal junto a su poeta,
en las semanas siguientes no dejaron de verse, de salir, el amor surgió rápido,
iban al cine, a la playa, de viaje, pronto se fueron a vivir juntos, a
compartir la cama, la ducha, sesiones de cine comiendo palomitas, a follar como
adolescentes, a escribirse notas de amor, poemas, las risas volvieron al
corazón de Pucca, y bajó la guardia, las carcajadas llenaban ahora su hogar y
ya no le importaba nada lo que ocurría a su alrededor o fuera de las cuatro
paredes de su casa, estaba entre los brazos de Garu y no cabía en su pecho más
felicidad, mañana se marcharían de merienda al parque, su mente volaba y
soñando despierta se quedó dormida para no dejar de soñar.
Tú eres mi parque, hueles a
flores frescas en ese cuerpo de primavera, todos sus colores en tus ojos y su
alegría en tu sonrisa, toda la explosión de vida en tu piel, y en tu boca toda
su calma y encanto, en tu pecho donde se oye en tu corazón el canto de los pájaros,
diciendo te quiero, y miro a tus ojos los más hermosos y celestes de los cielos,
acaricio tus labios de rosas y los beso, eres
una belleza, para tus ojos seguro me dices, eres una belleza no lo dudes, una
belleza que no es de este mundo, eres una estrella que cayó del cielo, o una
selenita de viaje galáctico, tú no eres la rara, los torpes son los humanos que
no saben apreciar la belleza de tus ojos, la belleza de tus labios, el hechizo
y el calor de la belleza de tus manos, eres una estrella luminosa que alumbra
con su luz mi corazón, eres una mujer maravillosa, como tú quiero ser cuando
sea mayor, eres una belleza mujer valiente y la estrella más preciosa, estamos
en el parque, y de repente toda la luz de su sonrisa y de la tarde desaparece,
se hace de noche, todo esta oscuro, siento un golpe en la cabeza, y caigo en un
sueño profundo.
Ha bajado la guardia y los
hells los han atrapado, los llevaron a un país lejano, están en una fortaleza
medieval, al menos parece un castillo, esta sujeta con gruesos grilletes y
cadenas a una fría pared, se ven blasones y, banderas, pendones aquí y allá,
escudos con espadas cruzadas en columnas y paredes, armaduras antiguas,
alabarderos, la sala está repleta de demonios, hombres lobo, brujas, brujos,
criaturas grandes y pequeñas, deformes, vampiros, gigantes que dan mucho miedo
con sus dientes y garras, animales siniestros, un aquelarre cantan y bailan
como locos han atrapado a la cazadora, a la asesina, en medio de la sala en un
potro de tortura tienen a Haruki, atados de pies y manos, desnudo, con la piel
de su cuerpo lacerado, tiene heridas, golpes, lo pagaran a un precio muy alto,
lo que no se explica es como sigue con vida con las ganas que le tienen, ya
debería estar despedazada y siendo comida para los lobos del bosque, al fondo,
el macho alfa, un vampiro de dos metros musculoso, su pecho parece una armadura
de romano, grandes colmillos y garras poderosas, ojos azules como el hielo, con
una larga melena blanca y una capa negra y roja como la de los dráculas de las
películas, dos alas inmensas acabadas en lanza en su espalda, se le acerca
despacio, y el silencio se va haciendo a su paso, pone su terrorífica cara
junto a la suya.
- Te preguntaras porque aún
sigues con vida, y te lo voy a decir sin rodeos, vas a trabajar para mí.
– Tú sueñas.
– Te lo voy a explicar
asesina, has ido asesinando a todos los hells, derrotando a todos los
campeones, a cada demonio verde, has sembrado el terror a tu paso, y vimos que
eres un demonio de leyenda, invencible, y que no se te podía atrapar, así que
cambiamos el paso, nos escondimos, y comenzamos a buscar el alma de Garu tu
único punto débil, cuentan que los humanos son tantos millones que los hay
repetidos, dicen que hay siete individuos exactamente iguales repartidos por el
mundo pero solo uno de ellos lleva en su interior el alma de Garu, y los
buscamos durante siglos, y fueron muriendo sin suerte al completar el ritual no
eran el indicado y bueno se come, es un desperdicio no hacerlo, y mira que
sorpresa de la vida la asesina nos trae lo que buscamos, ese ejemplar debe ser
Garu porque te has vuelto a enamorar como la chiquilla que eras, de todos modos
saldremos de dudas muy pronto.
- ¿Qué ritual?, sabes que si
le haces daño os mataré a todos.
– Shh, no corras tanto
asesina, el ritual sacará el alma de Garu del cuerpo de ese infeliz, y mi
hechicero meterá el alma de Garu en el ánfora pequeño y de cristal que cuelga
del collar de mi cuello, y entonces asesina, serás mi esclava y harás todo lo
que se te ordene o Garu sufrirá y pagará por tus pecados, oohh, ya no eres tan
impertinente, te ha comido la lengua el gato, tienes mala cara, se te ve más
pálida, que comience el ritual quiero ver a esta perra a mis pies.
– No te saldrás con la tuya.
– Ya lo hice, soy un
nostálgico, te he traído a Transilvania, al castillo del conde Drácula, hasta
me hice una capa en su honor para una noche tan especial, ahora disfruta de la
ceremonia asesina.
Comienza el ritual, las
lágrimas de Pucca ya no son saladas ni acuosas, ha comenzado a llorar sangre,
seres siniestros se le acercan y lamen su rostro, ha comenzado la fiesta, las
canciones, el alboroto, un hechicero bajito y con tantas arrugas que casi no se
le ven los ojos grita con voz muy ceremonial unas palabras que saca de un
enorme libro de color negro, todos son vítores, sonrisas, carcajadas, el cuerpo
de Haruki tiembla, se arquea de forma grotesca, y de su pecho emerge una luz
azul con la silueta de Garu, lo atrapan en el diminuto ánfora de cristal, el
hechicero lleva el collar entre sus arrugadas manos, sus arrugadas y
temblorosas manos, el cuerpo de Haruki no se mueve, parece inerte, y un pequeño
ruido produce un silencio sepulcral, el ánfora ha resbalado de las manos del
hechicero y el sonido a vidrio roto ha helado el espíritu de todos los
presentes, la pequeña luz con el alma de Garu desaparece y un grito desgarrador
y una luz verde lo llena todo cegando y aturdiendo los sentidos, cuando la luz
desaparece Pucca ha desaparecido, la asesina ha desaparecido, por primera vez
Kimera aparece libre, sin cadenas, desnuda, tiene el rostro de Pucca pero nada
más, tiene la piel verde, el cabello completamente azul, azul sus labios, sus
ojos oscuros como el alma del mal y la mirada dura como quien no tiene
sentimientos, ha dejado caer un escudo de una columna al suelo ante la atenta
mirada de todos que continúan petrificados y no se atreven ni a respirar, ha
agarrado dos espadas, camina en dirección de los restos del cristal cuya luz se
apaga en el suelo, recoge los restos en sus manos y los deposita sobre el pecho
de Haruki, y llora a voz en grito, cubriendo de sangre el rostro de aquel
cuerpo frio e inerte, el llanto da paso a una carcajada casi inaudible pero que
va creciendo hasta reír tan fuerte que todos los hells sienten un sudor de
pánico resbalando por su espalda, su piel vuelve a brillar como una luz
fluorescente y una luz verde llena cada pedazo del castillo, Kimera se ha
vuelto loca y destroza todo cuando toca, carne, ladrillo, acero, no deja alma
con vida, ni piedra sobre piedra, desatada corre tras los que intentan huir en
vano, los alcanza, sus espadas cortan cabezas, atraviesan torsos, derrumba
paredes, destruye columnas, los techos ceden, en pocos minutos el castillo del
gran conde no es más que un recuerdo, un amasijo de huesos y ladrillos, ha
despedazado al hechicero, ha despedazado al macho alfa, su cuerpo desnudo esta
empapado de la sangre de todos los demonios presentes, pero quiere más, y con
el castillo derruido va al pueblo cercano a matar a todos sus habitantes, no
puede ser verdad, que espectáculo dantesco en la primera casa que entra un
hombre lobo y una vampira se aparean como salvajes cuando a ella se le niega el
amor, es repugnante, atraviesa la espalda del lobo con ambas espadas, atraviesa
el pecho de los dos amantes al mismo tiempo, la rabia la consume, atraviesa,
clava, apuñala llena de ira, una vez, y otra, y otra, y otra, hasta atravesar
cuerpos y cama, hasta tocar el suelo con las dos hojas ya melladas de las
espadas grandes y pesadas, una luz azul entre los restos humeantes y en llamas
del castillo la saca de aquel espiral de violencia, vuelve a toda velocidad en
la oscuridad de la noche dejando atrás clavados como un pincho moruno los
cuerpos destrozados de los dos demonios que duermen el sueño eterno en su
alcoba uno junto al otro, regresa a la sala, al gran salón o lo que queda, esta
desmoronado, solo un pequeño pedazo donde queda el cuerpo de Haruki se mantiene
casi intacto, a la intemperie falta el techo, sobre su pecho los restos de
cristal del ánfora, sobre su boca abierta como vaho un destello azul con la
silueta de Garu llama a Pucca, pero Kimera no dejará regresar a Pucca nunca
más.
- Ya nos conocemos de antes, ya nos hemos amado, has sido mía,
en otra época, en otros cuerpos, en otra piel, en otra vida, somos mucho más
que amigos, tu alma y la mía, saben de besos, de suspiros y de anhelos, de
pasión, de caricias, ya estuvimos juntos, ya te pretendía, ¿te encontré?, te
amé tanto que la vida se me quedó chica, y en esta reencarnación de nuevo se
encontraron, dos almas que saben de lágrimas, de risas y sonrisas bajo la
lluvia y contando estrellas sentados junto a una playa, ya otra vez se atraen y
se persiguen, ¿quién persigue a quién?, otra vida para querer, otra vida para
amar, que se volverá a quedar pequeña ante tantos besos que dar, ante tanto
amor que recibir, ante tantas ganas de abrazar, dos almas, la tuya y la mía,
que tanto saben de sueños nuevos y rotos y de nuestras rarezas, y que aman la
una a la otra con sus defectos y sus tonterías, un tatuaje llevan escrito con
la leyenda, amo cada imperfección que hay en ti, solo tú sabes como hacerme
feliz, tú lo sientes igual que yo puedo sentirlo, tú me provocas, ¿quién
provoca a quién?, me buscas con tu coquetería verde esperanza, o verde
turquesa, con tu paleta llena de colores dispuesta a poner en mi alma un arcoíris
de sonrisas, lo sabes, eres consciente que te quiero, te amo, te deseo, te
anhelo, que somos dos ángeles que se necesitan sin saberlo, que tú eres más que
la musa de mis poesías, somos, eres, el amor de nuestras vidas, el amor de mi
vida, tontos inconscientes, ¿o tal vez conscientes? de que se nos acaba la
existencia y la dulzura como la arena entre los dedos de las manos, que no dan
el paso para tocarse, para dibujar un beso en la espalda o en una mirada que
besa como besan unos labios, solo Dios sabe por qué, tú sabes que serás mía, en
esta vida o en la otra, o en la siguiente, lo sabes porque tú también lo
piensas y lo sientes, yo no puedo dejarte helada ni leer tu mente, que más
quisiera, y tú no adivinas mis pensamientos, que más quisieras, nuestros ojos
se cruzaron cuanto tú eras una niña, y desde entonces desde el inicio de los
tiempos se aman tu alma y la mía, somos dos desconocidos que se conocen, fuimos
amantes en vidas pasadas sin saberlo, ¿sabes? no me extraña, porque cuando se
ama con el alma se ama para siempre, porque el alma nunca muere, eres más
fuerte que tus problemas Pucca, regresa, tú vales más, nos volveremos a
encontrar en otros cuerpos, yo siempre viviré mientras me recuerdes, siempre
seremos nuestro dragón rojo, nuestro ave fénix azul.
Y el destello azul desapareció en la garganta
de Haruki y el pecho volvió a recuperar el aliento y la piel su calor, y una
lucha interna entre Kimera y Pucca lo llenó todo de gritos, de golpes contra
los muros, las rocas, y Pucca regresó de entre las tinieblas, el cuerpo
empapado en sangre, empapado en sudor, estaba exhausta, destruida, le temblaban
las piernas, no podía mantenerse en pie, cerró los ojos de Haruki con sus dedos
y besó los labios de Garu por última vez, búscame cuando cierres los ojos, en las letras de una canción, o en la mismas
estrellas que nos están iluminando, o en el recuerdo que provocó una sonrisa, o
en el sueño que nos llena de rubor, o en las páginas de un buen libro, o en las
caricias de la brisa, o en las líneas de un poema, o en el sonido de tu risa, o
en el sabor de una copa de vino, o el de un helado de chocolate o de vainilla, o en el modo en que alguien baila, o cuando crees que
me ves por todas partes, o en unos ojos bonitos que te miran como piensas que
los míos lo hacen, o en una foto, o en su
paisaje, o algo que llame tu atención paseando por la calle, o en atardecer que
te emocione o en un amanecer de deseos inconfesables, o en un vestido en un
escaparate que en tu imaginación me queda realmente bien, o en un olor que te
trae la imagen de mi piel, o en el aroma del calor de mi cuerpo, o en un
peinado que ves desde la ventanilla de un coche y piensas en mi cabello, o en
algo que te haga gracia, o el parecido del sonido de una voz, o los pelos de
punta al oír pronunciar mi nombre, o en un abrazo imborrable, o en el vacío en
la cama cuando abres los ojos y no me encontraste. Y se desmayan, todo se
vuelve negro, un pesado sueño los abraza, el silencio lo embarga todo, hasta la
última célula de sus cuerpos que quedan inertes en calma, hasta el último
rincón del mundo, silencio, una oscuridad que asusta, absoluta, y un silencio
atronador.
Me tropecé contigo en primavera una noche de
abril, roja y calina.
Y por ti fue mi sangre, enredadera bajo el negro
farol de aquella esquina ..... Me tropecé
contigo, como pasan las mejores cosas en la vida, así por casualidad y ya nunca
volví a ser el mismo, mi corazón y el tuyo aún no lo sabían pero ya eran amigos
de todas las esquinas de este mundo y de las que habitan en todos esos
universos que esconden esos ojos tuyos, una mirada llena de universos así de
mágico es tu hechizo, me tropecé contigo así sin quererlo y has sido y eres la
más bonita casualidad que he conocido.... Me
tropecé contigo, con tu cuerpo de primavera que parece creado por todas las
flores, así luce de espectacular y de bonito, un sueño para los sentidos, un
cuerpo unas veces grácil y otras veces robusto, que tanto sabe de espinas y de
sinsabores y que tanto sabe de tórridas noches donde la primavera se confunde
con el verano, todo depende del guiño de tus ojos o de la fuerza con la que tu
corazón sea capaz de dar un abrazo, y aun así primavera de colores la rosa más
bonita la tienes por boca, la flor más hermosa se esconde en tus labios,
me tropecé contigo de casualidad, de la forma
más bonita siempre me lo he dicho, como esos sueños que tenemos de niño y que
no nos dejan en nuestra soledad, su recuerdo nos trae una sonrisa llena de
cariño, me tropecé contigo mientras imaginaba mundos fantásticos, realidades
paralelas llenas de magia y de misticismo, mientras dibujaba castillos en el
aire donde siempre quise habitar y soñaba sin saberlo con la amistad de una
hechicera con tanta magia que no necesitaba trucos, me tropecé contigo en
primavera una noche de abril roja y calina, con su luna de sangre más llena,
dejándome los ojos en el infinito del firmamento, una noche tras otra, hasta
que por fin te encontré entre las estrellas y fui alcanzado por el embrujo de
tu sonrisa y tus mágicos ojos y de la luz de esa cara tan guapa, me tropecé
contigo casualidad para mi alegría y gozo, musa de mis sueños, de hombres y de
poetas.
Después de la tormenta siempre llega la calma,
nos fuimos a la playa, a Santorini a besar sus labios nacarados y rosas
mientras llenaba de caricias con mis dedos la suavidad de su cara, a besar el
alma que nos ama, entre sus casas blancas y azules, con su mar inmenso a
nuestros pies y llenando el horizonte a nuestra espalda, a abrazar la piel y el
cuerpo que me llena de calor y que mantiene los sueños en llamas, es mi dragón
rojo y yo su ave fénix azul, la abrazo y la beso bajo un cielo preñado de
estrellas, con el pecho hinchado de amor y unos ojos que me miran y me susurran
no hay nada ni nadie más bonito que tú, mis manos la agarran por la cintura,
sus manos alrededor de mi cuello, llenamos nuestros rostros de suspiros y
sonrisas enamoradas, las luces de las calles y de las casas brillan a lo lejos,
piden deseos a las estrellas fugaces sin saber, que es entre tus brazos donde
se encuentran las estrellas más bonitas del cielo, respiro el aroma de tu magia
y de tu luz mientras nos besamos en un beso eterno y la brisa más primaveral
juega y se enreda en las estrellas que sueñan y brillan en tu pelo.
Antonio cintas anguas
mapashito
1 Comments:
Tropecé contigo en primavera, un cálido día de febrero ...el mejor día de mi vida ...amo este escrito, el inicio de una saga sin igual 🥰
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