Wednesday, April 14, 2021

santorini

 



Recuerdo como unos amigos querían enseñarme las playas de su localidad, me contaban desde hacia semanas que no tenían que envidiarle nada a las famosas playas de aguas cristalinas y de arena blanca del caribe, recuerdo bien que hacia calor, que íbamos en ruta por la ciudad subiendo a uno y a otros, que nos apretábamos, yo en la parte de atrás y que solo faltaba una persona más, una chica con la que me intentaban emparejar sin suerte, y entonces ocurrió, no fue lo mismo ver sus fotos y conversar tras la pantalla de un ordenador, de entre las casas de una calle estrecha surgió como por arte de magia, como si no perteneciera a este mundo y hubiese escapado de un cuento de hadas, subió a la parte de atrás para hacerse un sitio a mi lado, y me dejó sin aliento, tanta belleza no podía ser verdad, el color de su piel canela, caña de azúcar de azúcar moreno, su pelo largo y oscuro, sus ojos profundos llenos de un misterio insondable, los labios más bonitos del mundo, fue un flechazo directo al corazón, por un instante preso de mi fantasía y mi romanticismo sentí que ya la conocía de antes, de otras vidas, y pensé que me miró y que fui la razón de su sonrisa, tenían razón, playas que solo había visto en el cine, arena fina y blanca, aguas transparentes, cristalinas, puras, un sol y un cielo precioso, yo no podía dejar de mirarla, y veía que ella no me quitaba los ojos de encima, fue divertido, una de las mejores tardes de mi vida, una de las pocas veces en la vida donde uno puede decir que fue plenamente feliz, después cada mochuelo a su olivo, aunque volvimos a quedar en la noche para tomar unas copas y conocer las discotecas de moda, aunque yo no soy de bailar, las miradas, las risas, ella había venido cuando todos decían que era muy reservada y que nunca salía de noche, que debería ser cosa mía, y yo pensaba que era del todo imposible, no soy para tanto y ella es una locura, es la reina del baile, la dueña de la pista, su vestido azul de lentejuelas brilla con mil destellos por las luces de colores, parece un ángel, no mires más no vas a encontrar en ninguna parte una mujer más bonita, es el centro de atención todo el mundo la mira, musa de mil poesías, baila como en trance recorre su cuerpo la música, su pelo al aire mecido como una bandera por el viento me mira y su sonrisa es electricidad en mi espalda, me pide que me acerque me hace una señal con su dedo me agarra entre sus brazos muy fuerte contra su pecho me mira con sus ojos que son dos sueños y me da un beso con esos labios que parecen de caramelo.

 

- ¿Garu?

 

– Me confundes con otra persona yo me llamo Haruki Murakami.

 

– Perdón, yo me llamo Pucca, ¿a qué te dedicas Haruki?

 

– Soy escritor, o al menos es mi sueño, escribo poemas, novelas fantásticas, ¿y tú Pucca?

 

– Ufff si te lo cuento no te lo creerías, eres Garu lo sé.

 

- ¿Quién es ese Garu?

 

– Perdóname fui una mal educada, me iré a casa.

 

– Deja que te acompañe, no se me da bien bailar y hace una noche estupenda para caminar.

 

No podía apartar los ojos de Haruki, era Garu, estaba completamente segura, la reencarnación de Garu, o tantos siglos de lucha y de la ausencia de su gran y único amor la estaban haciendo perder la cabeza, el mundo había cambiado tan deprisa a su alrededor, Kimera era inmortal, el demonio verde tenía una larga vida, ya no podía ir por las calles con su armadura y con sus espadas, tuvo que reinventarse, cambiar junto con el mundo que la rodeaba, echaba de menos la civilización antigua, ahora había mucha más luz, mucho más ruido, muchos más habitantes y muchos más hells que habían cambiado también y eran más difíciles de encontrar porque se habían adaptado mejor que ella a la sociedad y a las nuevas costumbres de la civilización, no podía contarle que su trabajo era el de cazadora de hells la tomaría por una loca, después de tanto tiempo su corazón volvía a latir lleno de esperanza había encontrado a Garu solo que Haruki no sabía que era Garu y que habían combatido a los hells hombro con hombro y que se habían enamorado el uno del otro para toda la eternidad, eran su dragón rojo y su ave fénix azul, se dejó llevar, volvió a sentirse una chiquilla enamorada, soñadora, le agarró de la mano y caminaba por las calles de una ciudad bulliciosa mirando al cielo lleno de estrellas con su luna de sangre grande y naranja y roja, dio rienda suelta a tanto amor que llevaba en su pecho encapsulado, había recuperado la sonrisa, ya soñaba despierta con poder llevar una vida normal junto a su poeta, en las semanas siguientes no dejaron de verse, de salir, el amor surgió rápido, iban al cine, a la playa, de viaje, pronto se fueron a vivir juntos, a compartir la cama, la ducha, sesiones de cine comiendo palomitas, a follar como adolescentes, a escribirse notas de amor, poemas, las risas volvieron al corazón de Pucca, y bajó la guardia, las carcajadas llenaban ahora su hogar y ya no le importaba nada lo que ocurría a su alrededor o fuera de las cuatro paredes de su casa, estaba entre los brazos de Garu y no cabía en su pecho más felicidad, mañana se marcharían de merienda al parque, su mente volaba y soñando despierta se quedó dormida para no dejar de soñar.

 

Tú eres mi parque, hueles a flores frescas en ese cuerpo de primavera, todos sus colores en tus ojos y su alegría en tu sonrisa, toda la explosión de vida en tu piel, y en tu boca toda su calma y encanto, en tu pecho donde se oye en tu corazón el canto de los pájaros, diciendo te quiero, y miro a tus ojos los más hermosos y celestes de los cielos, acaricio tus labios de rosas y los beso, eres una belleza, para tus ojos seguro me dices, eres una belleza no lo dudes, una belleza que no es de este mundo, eres una estrella que cayó del cielo, o una selenita de viaje galáctico, tú no eres la rara, los torpes son los humanos que no saben apreciar la belleza de tus ojos, la belleza de tus labios, el hechizo y el calor de la belleza de tus manos, eres una estrella luminosa que alumbra con su luz mi corazón, eres una mujer maravillosa, como tú quiero ser cuando sea mayor, eres una belleza mujer valiente y la estrella más preciosa, estamos en el parque, y de repente toda la luz de su sonrisa y de la tarde desaparece, se hace de noche, todo esta oscuro, siento un golpe en la cabeza, y caigo en un sueño profundo.

Ha bajado la guardia y los hells los han atrapado, los llevaron a un país lejano, están en una fortaleza medieval, al menos parece un castillo, esta sujeta con gruesos grilletes y cadenas a una fría pared, se ven blasones y, banderas, pendones aquí y allá, escudos con espadas cruzadas en columnas y paredes, armaduras antiguas, alabarderos, la sala está repleta de demonios, hombres lobo, brujas, brujos, criaturas grandes y pequeñas, deformes, vampiros, gigantes que dan mucho miedo con sus dientes y garras, animales siniestros, un aquelarre cantan y bailan como locos han atrapado a la cazadora, a la asesina, en medio de la sala en un potro de tortura tienen a Haruki, atados de pies y manos, desnudo, con la piel de su cuerpo lacerado, tiene heridas, golpes, lo pagaran a un precio muy alto, lo que no se explica es como sigue con vida con las ganas que le tienen, ya debería estar despedazada y siendo comida para los lobos del bosque, al fondo, el macho alfa, un vampiro de dos metros musculoso, su pecho parece una armadura de romano, grandes colmillos y garras poderosas, ojos azules como el hielo, con una larga melena blanca y una capa negra y roja como la de los dráculas de las películas, dos alas inmensas acabadas en lanza en su espalda, se le acerca despacio, y el silencio se va haciendo a su paso, pone su terrorífica cara junto a la suya.

 

- Te preguntaras porque aún sigues con vida, y te lo voy a decir sin rodeos, vas a trabajar para mí.

 

– Tú sueñas.

 

– Te lo voy a explicar asesina, has ido asesinando a todos los hells, derrotando a todos los campeones, a cada demonio verde, has sembrado el terror a tu paso, y vimos que eres un demonio de leyenda, invencible, y que no se te podía atrapar, así que cambiamos el paso, nos escondimos, y comenzamos a buscar el alma de Garu tu único punto débil, cuentan que los humanos son tantos millones que los hay repetidos, dicen que hay siete individuos exactamente iguales repartidos por el mundo pero solo uno de ellos lleva en su interior el alma de Garu, y los buscamos durante siglos, y fueron muriendo sin suerte al completar el ritual no eran el indicado y bueno se come, es un desperdicio no hacerlo, y mira que sorpresa de la vida la asesina nos trae lo que buscamos, ese ejemplar debe ser Garu porque te has vuelto a enamorar como la chiquilla que eras, de todos modos saldremos de dudas muy pronto.

 

- ¿Qué ritual?, sabes que si le haces daño os mataré a todos.

 

– Shh, no corras tanto asesina, el ritual sacará el alma de Garu del cuerpo de ese infeliz, y mi hechicero meterá el alma de Garu en el ánfora pequeño y de cristal que cuelga del collar de mi cuello, y entonces asesina, serás mi esclava y harás todo lo que se te ordene o Garu sufrirá y pagará por tus pecados, oohh, ya no eres tan impertinente, te ha comido la lengua el gato, tienes mala cara, se te ve más pálida, que comience el ritual quiero ver a esta perra a mis pies.

 

– No te saldrás con la tuya.

 

– Ya lo hice, soy un nostálgico, te he traído a Transilvania, al castillo del conde Drácula, hasta me hice una capa en su honor para una noche tan especial, ahora disfruta de la ceremonia asesina.

 

Comienza el ritual, las lágrimas de Pucca ya no son saladas ni acuosas, ha comenzado a llorar sangre, seres siniestros se le acercan y lamen su rostro, ha comenzado la fiesta, las canciones, el alboroto, un hechicero bajito y con tantas arrugas que casi no se le ven los ojos grita con voz muy ceremonial unas palabras que saca de un enorme libro de color negro, todos son vítores, sonrisas, carcajadas, el cuerpo de Haruki tiembla, se arquea de forma grotesca, y de su pecho emerge una luz azul con la silueta de Garu, lo atrapan en el diminuto ánfora de cristal, el hechicero lleva el collar entre sus arrugadas manos, sus arrugadas y temblorosas manos, el cuerpo de Haruki no se mueve, parece inerte, y un pequeño ruido produce un silencio sepulcral, el ánfora ha resbalado de las manos del hechicero y el sonido a vidrio roto ha helado el espíritu de todos los presentes, la pequeña luz con el alma de Garu desaparece y un grito desgarrador y una luz verde lo llena todo cegando y aturdiendo los sentidos, cuando la luz desaparece Pucca ha desaparecido, la asesina ha desaparecido, por primera vez Kimera aparece libre, sin cadenas, desnuda, tiene el rostro de Pucca pero nada más, tiene la piel verde, el cabello completamente azul, azul sus labios, sus ojos oscuros como el alma del mal y la mirada dura como quien no tiene sentimientos, ha dejado caer un escudo de una columna al suelo ante la atenta mirada de todos que continúan petrificados y no se atreven ni a respirar, ha agarrado dos espadas, camina en dirección de los restos del cristal cuya luz se apaga en el suelo, recoge los restos en sus manos y los deposita sobre el pecho de Haruki, y llora a voz en grito, cubriendo de sangre el rostro de aquel cuerpo frio e inerte, el llanto da paso a una carcajada casi inaudible pero que va creciendo hasta reír tan fuerte que todos los hells sienten un sudor de pánico resbalando por su espalda, su piel vuelve a brillar como una luz fluorescente y una luz verde llena cada pedazo del castillo, Kimera se ha vuelto loca y destroza todo cuando toca, carne, ladrillo, acero, no deja alma con vida, ni piedra sobre piedra, desatada corre tras los que intentan huir en vano, los alcanza, sus espadas cortan cabezas, atraviesan torsos, derrumba paredes, destruye columnas, los techos ceden, en pocos minutos el castillo del gran conde no es más que un recuerdo, un amasijo de huesos y ladrillos, ha despedazado al hechicero, ha despedazado al macho alfa, su cuerpo desnudo esta empapado de la sangre de todos los demonios presentes, pero quiere más, y con el castillo derruido va al pueblo cercano a matar a todos sus habitantes, no puede ser verdad, que espectáculo dantesco en la primera casa que entra un hombre lobo y una vampira se aparean como salvajes cuando a ella se le niega el amor, es repugnante, atraviesa la espalda del lobo con ambas espadas, atraviesa el pecho de los dos amantes al mismo tiempo, la rabia la consume, atraviesa, clava, apuñala llena de ira, una vez, y otra, y otra, y otra, hasta atravesar cuerpos y cama, hasta tocar el suelo con las dos hojas ya melladas de las espadas grandes y pesadas, una luz azul entre los restos humeantes y en llamas del castillo la saca de aquel espiral de violencia, vuelve a toda velocidad en la oscuridad de la noche dejando atrás clavados como un pincho moruno los cuerpos destrozados de los dos demonios que duermen el sueño eterno en su alcoba uno junto al otro, regresa a la sala, al gran salón o lo que queda, esta desmoronado, solo un pequeño pedazo donde queda el cuerpo de Haruki se mantiene casi intacto, a la intemperie falta el techo, sobre su pecho los restos de cristal del ánfora, sobre su boca abierta como vaho un destello azul con la silueta de Garu llama a Pucca, pero Kimera no dejará regresar a Pucca nunca más.

 

- Ya nos conocemos de antes, ya nos hemos amado, has sido mía, en otra época, en otros cuerpos, en otra piel, en otra vida, somos mucho más que amigos, tu alma y la mía, saben de besos, de suspiros y de anhelos, de pasión, de caricias, ya estuvimos juntos, ya te pretendía, ¿te encontré?, te amé tanto que la vida se me quedó chica, y en esta reencarnación de nuevo se encontraron, dos almas que saben de lágrimas, de risas y sonrisas bajo la lluvia y contando estrellas sentados junto a una playa, ya otra vez se atraen y se persiguen, ¿quién persigue a quién?, otra vida para querer, otra vida para amar, que se volverá a quedar pequeña ante tantos besos que dar, ante tanto amor que recibir, ante tantas ganas de abrazar, dos almas, la tuya y la mía, que tanto saben de sueños nuevos y rotos y de nuestras rarezas, y que aman la una a la otra con sus defectos y sus tonterías, un tatuaje llevan escrito con la leyenda, amo cada imperfección que hay en ti, solo tú sabes como hacerme feliz, tú lo sientes igual que yo puedo sentirlo, tú me provocas, ¿quién provoca a quién?, me buscas con tu coquetería verde esperanza, o verde turquesa, con tu paleta llena de colores dispuesta a poner en mi alma un arcoíris de sonrisas, lo sabes, eres consciente que te quiero, te amo, te deseo, te anhelo, que somos dos ángeles que se necesitan sin saberlo, que tú eres más que la musa de mis poesías, somos, eres, el amor de nuestras vidas, el amor de mi vida, tontos inconscientes, ¿o tal vez conscientes? de que se nos acaba la existencia y la dulzura como la arena entre los dedos de las manos, que no dan el paso para tocarse, para dibujar un beso en la espalda o en una mirada que besa como besan unos labios, solo Dios sabe por qué, tú sabes que serás mía, en esta vida o en la otra, o en la siguiente, lo sabes porque tú también lo piensas y lo sientes, yo no puedo dejarte helada ni leer tu mente, que más quisiera, y tú no adivinas mis pensamientos, que más quisieras, nuestros ojos se cruzaron cuanto tú eras una niña, y desde entonces desde el inicio de los tiempos se aman tu alma y la mía, somos dos desconocidos que se conocen, fuimos amantes en vidas pasadas sin saberlo, ¿sabes? no me extraña, porque cuando se ama con el alma se ama para siempre, porque el alma nunca muere, eres más fuerte que tus problemas Pucca, regresa, tú vales más, nos volveremos a encontrar en otros cuerpos, yo siempre viviré mientras me recuerdes, siempre seremos nuestro dragón rojo, nuestro ave fénix azul.

 

Y el destello azul desapareció en la garganta de Haruki y el pecho volvió a recuperar el aliento y la piel su calor, y una lucha interna entre Kimera y Pucca lo llenó todo de gritos, de golpes contra los muros, las rocas, y Pucca regresó de entre las tinieblas, el cuerpo empapado en sangre, empapado en sudor, estaba exhausta, destruida, le temblaban las piernas, no podía mantenerse en pie, cerró los ojos de Haruki con sus dedos y besó los labios de Garu por última vez, búscame cuando cierres los ojos,  en las letras de una canción, o en la mismas estrellas que nos están iluminando, o en el recuerdo que provocó una sonrisa, o en el sueño que nos llena de rubor, o en las páginas de un buen libro, o en las caricias de la brisa, o en las líneas de un poema, o en el sonido de tu risa, o en el sabor de una copa de vino, o el de un helado de chocolate o de vainilla, o en el modo en que alguien baila, o cuando crees que me ves por todas partes, o en unos ojos bonitos que te miran como piensas que los míos lo hacen, o en una foto, o en su paisaje, o algo que llame tu atención paseando por la calle, o en atardecer que te emocione o en un amanecer de deseos inconfesables, o en un vestido en un escaparate que en tu imaginación me queda realmente bien, o en un olor que te trae la imagen de mi piel, o en el aroma del calor de mi cuerpo, o en un peinado que ves desde la ventanilla de un coche y piensas en mi cabello, o en algo que te haga gracia, o el parecido del sonido de una voz, o los pelos de punta al oír pronunciar mi nombre, o en un abrazo imborrable, o en el vacío en la cama cuando abres los ojos y no me encontraste. Y se desmayan, todo se vuelve negro, un pesado sueño los abraza, el silencio lo embarga todo, hasta la última célula de sus cuerpos que quedan inertes en calma, hasta el último rincón del mundo, silencio, una oscuridad que asusta, absoluta, y un silencio atronador.

 

Me tropecé contigo en primavera una noche de abril, roja y calina.
Y por ti fue mi sangre, enredadera bajo el negro farol de aquella esquina ..... Me tropecé contigo, como pasan las mejores cosas en la vida, así por casualidad y ya nunca volví a ser el mismo, mi corazón y el tuyo aún no lo sabían pero ya eran amigos de todas las esquinas de este mundo y de las que habitan en todos esos universos que esconden esos ojos tuyos, una mirada llena de universos así de mágico es tu hechizo, me tropecé contigo así sin quererlo y has sido y eres la más bonita casualidad que he conocido.... Me tropecé contigo, con tu cuerpo de primavera que parece creado por todas las flores, así luce de espectacular y de bonito, un sueño para los sentidos, un cuerpo unas veces grácil y otras veces robusto, que tanto sabe de espinas y de sinsabores y que tanto sabe de tórridas noches donde la primavera se confunde con el verano, todo depende del guiño de tus ojos o de la fuerza con la que tu corazón sea capaz de dar un abrazo, y aun así primavera de colores la rosa más bonita la tienes por boca, la flor más hermosa se esconde en tus labios, me tropecé contigo de casualidad, de la forma más bonita siempre me lo he dicho, como esos sueños que tenemos de niño y que no nos dejan en nuestra soledad, su recuerdo nos trae una sonrisa llena de cariño, me tropecé contigo mientras imaginaba mundos fantásticos, realidades paralelas llenas de magia y de misticismo, mientras dibujaba castillos en el aire donde siempre quise habitar y soñaba sin saberlo con la amistad de una hechicera con tanta magia que no necesitaba trucos, me tropecé contigo en primavera una noche de abril roja y calina, con su luna de sangre más llena, dejándome los ojos en el infinito del firmamento, una noche tras otra, hasta que por fin te encontré entre las estrellas y fui alcanzado por el embrujo de tu sonrisa y tus mágicos ojos y de la luz de esa cara tan guapa, me tropecé contigo casualidad para mi alegría y gozo, musa de mis sueños, de hombres y de poetas.

 

Después de la tormenta siempre llega la calma, nos fuimos a la playa, a Santorini a besar sus labios nacarados y rosas mientras llenaba de caricias con mis dedos la suavidad de su cara, a besar el alma que nos ama, entre sus casas blancas y azules, con su mar inmenso a nuestros pies y llenando el horizonte a nuestra espalda, a abrazar la piel y el cuerpo que me llena de calor y que mantiene los sueños en llamas, es mi dragón rojo y yo su ave fénix azul, la abrazo y la beso bajo un cielo preñado de estrellas, con el pecho hinchado de amor y unos ojos que me miran y me susurran no hay nada ni nadie más bonito que tú, mis manos la agarran por la cintura, sus manos alrededor de mi cuello, llenamos nuestros rostros de suspiros y sonrisas enamoradas, las luces de las calles y de las casas brillan a lo lejos, piden deseos a las estrellas fugaces sin saber, que es entre tus brazos donde se encuentran las estrellas más bonitas del cielo, respiro el aroma de tu magia y de tu luz mientras nos besamos en un beso eterno y la brisa más primaveral juega y se enreda en las estrellas que sueñan y brillan en tu pelo.

 

 

 

 

 

 

 

 

Antonio cintas anguas

mapashito

1 Comments:

At 7:53 PM , Blogger Yurisa said...

Tropecé contigo en primavera, un cálido día de febrero ...el mejor día de mi vida ...amo este escrito, el inicio de una saga sin igual 🥰

 

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