al calor de sus galaxias

 - Aquí torre de control a Fridacabeza, cambio, ¿hay alguien ahí?, responda.

- Fridacabeza sufre de vértigo, cambio.

- Compruebe que no está rodando por una escalera de caracol y es ese el motivo de que todo le esté dando vueltas cambio.

- Estoy rodando en mi cama como una foca muerta de risa, cambio.

- Es lo que tiene tener el control tan cerca del mar, cambio, aquí la estrella de la muerte le pasa con aliens y parásitos estelares, cambio.

- Cierto estrella de la muerte cuidado con el clima, cambio.

- Se acerca el asmático, cambio y corto.

- Somos un par de niños, dos almas que le faltó más tiempo para vivir la niñez, o habernos quedado ahí, ¿fue tu etapa más hermosa de la vida?

-Síííí

- ¿Cuándo ha sido el cielo más bonito que hayas visto?, ¿en qué estación?

- Uuuff, difícil yo miro mucho al cielo, de día con mi abuela materna, desde el balcón era complicado ver el cielo porque entre la copa de los árboles y las dos torres altas que lo tapaban todo apenas quedaba una pequeña separación por la carretera de servicio, dejaba ver un pedacito pequeño de cielo, pero más bonito que ese ninguno. De noche un verano, yo creo que era verano, regresaba de bailar de beber, aquella noche con más gente, no solo yo y mi mala influencia, venían dos chicas o tres, y no sé si algún chico más, es un recuerdo algo borroso, será la edad, nunca jamás hasta hoy vi tantas estrellas en el cielo de Sevilla, aún creo que lo soñé.

- Que hermoso.

- Desde niño y que recuerde la vez que más había visto en una sola noche fueron cinco o seis, y aquella noche joder había más estrellas que cielo, es difícil ver estrellas en la ciudad con tanta contaminación lumínica.

- Que hermoso sería ver algo así, inolvidable cariño.

- Algo anómalo ocurrió aquella noche, o algo mágico.

- Magia sííí, ¿cuántos años tenías aproximadamente?

- dieciséis o así.

- Te quedó de recuerdo, yo vi uno hermoso en Cali, no de noche, fue un atardecer, el sol ocultándose grande y gordo, naranja fuego, y el cielo pintado entre azul, verde, rojo, naranja, lo mirabas y no le podías quitar la vista, está cerca a la playa y las casas no son muy altas, fue bellísimo amor, hasta un arco iris pude ver por allá, acompañada del amor de mi vida.

- ¿No sería Egipto?

- De Egipto solo tengo el apellido de mi padre, no me importa ser tu sherezade pero ámame a mí, no ames a la mujer de tus sueños.

- Pero.

- Ni pero ni nada tienes un no sé qué traumática necesitas ir al psicologo ir a terapia.

- Pero Frida.

- ¿Qué?

- Tú eres la mujer de mis sueños.

Aparto el pelo que cae por su cara, acaricio despacio los lunares de sus mejillas y mis ojos no se apartan del brillo de su mirada, y cuento los suspiros que se escapan de su risa y acaricio con mis dedos los labios de su boca y quedo hechizado por la magia de su sonrisa, y veo como ilumina su cuerpo la luz blanca de la mañana que entra a borbotones por el cristal de su ventana y creo oír el canto de los pájaros y es su voz que entre susurros me llama, sus besos me dan los buenos días el calor de sus abrazos la alegría que a mi corazón le falta y no sé si estoy despierto o si aún duermo y sueño cuando con mi cabeza en su pecho me dice que me ama, a ella le gusta el vino, caminar por la arena de la playa, sonreír cuando mira al horizonte y que la abracen fuerte cuando siente frío, a ella le gusta la música cuando limpia la casa, cuando está en la cocina canta, ríe y baila ella es única, a ella le gusta la fantasía, una buena película en el sofá, una agradable compañía y que le acaricien suave la nuca y le reciten poesía, a ella le gusta soñar, es una romántica empedernida y en su cama su imaginación no deja de volar que la despiertan con un cálido abrazo y no la dejan de besar, le gusta que le lean cuentos y poesía, que le regalen flores pero en macetas para que no mueran y llena con ellas todas las habitaciones, le gusta oír música de otras épocas, vestir diferente decorar cada rincón con cuadros bonitos tal vez un poco raros pone amuletos aquí y allá le gusta lo clásico y lo abstracto, le gusta lo espiritual, ver mundos más allá de las estrellas, soñar con naves espaciales, le gusta amar de verdad, le gustan los abrazos, vestir cómoda, que le digan cosas bonitas de cuando en cuando y que le besen bonito los labios, descansa como un ángel, duerme como una bendita, nadie imaginaría que hizo el amor como una salvaje, que en el universo de mi corazón es su estrella más bonita, sus sábanas parecen ahora sus suaves nubes blancas hace un rato parecía un campo de batalla el movimiento de su cama, duerme, descansa y sueña feliz y llena de vida con el corazón y el alma desbordados de alegría siempre, siempre con una sonrisa mi bella doncella, y yo miro como duerme con su piel de poesía, con sus curvas imposibles que el paraíso existe está en su pecho en sus besos y en sus caricias, su cabeza nunca duerme está llena de fantasía, ella de vez en cuando suspira y yo respiro su aroma, me gusta contar los lunares de su espalda, empiezo por su cintura y voy subiendo por su cuerpo por sus curvas de guitarra, y cuento constelaciones cuando mis dedos pierden la cuenta en sus hombros y mis suspiros se quedan junto a su cuello, y ya no sé cuantos llevo y pongo un beso en su cara y empiezo a contar de nuevo cuantos lunares hay en su espalda, y los cuento esta vez con caricias y con besos, y la abrazo y la aprieto junto a mi corazón para sentir en mi pecho el calor de su galaxia. Yo sé que no estoy loco, ella es la niña joya, antes o después nos encontrará el brujo, el covid no es una casualidad, la violencia en el mundo, la nueva peste, la está buscando y es solo cuestión de tiempo, pero no me cree una palabra, no pude convencerla, tal vez si la llevo a Sevilla y cumplo la profecía el brujo muera, pero imposible moverse ahora con tantas restricciones, y sin ella poner de su parte, no sé que hacer, me siento atado de pies y manos, necesito ayuda divina, inspiración, que ella me crea sería un gran paso, pero es terca si le insisto puedo acabar en un manicomio o atiborrado de pastillas y ninguna de las dos propuestas me seducen, tengo que sacarla de Colombia, tal vez el pretexto de presentarle a mi familia pueda colar, es poco probable pero se me están acabando las opciones, podemos llegar a España dando un rodeo y viajando más que Marco Polo, sé que es una locura pero podría funcionar.

- He oído como se rompen los cristales de la cocina.

- Voy abajo a mirar no salgas de la habitación.

- Alguien le está haciendo daño a la gata.

- Dame el bate los voy a matar.

- Voy contigo y llamo a la policía por el camino.

- Mierda

- ¡Hijos de puta!, ¡asesinos!

Es curioso como la vida pasa de la paz más absoluta a la mayor de las tempestades en tan solo un segundo, tres asaltantes en la casa, a plena luz del día, se han cargado a la gata a golpes como salvajes, vienen ahora por nosotros, Frida corre por el pasillo con el cuerpo de abracadabra entre sus brazos, pide socorro, habla con la policía, yo hice un homerun con la cabeza de uno de ellos antes de echar a correr tras Frida que ha salido a la calle pidiendo auxilio a los vecinos, es pleno día alguien nos debe ayudar, ya fuera hay coches patrulla de la policía, llegan a rescatarnos, o eso creía, una sombra a mi derecha, conocida, alto y oscuro, miro por encima del hombro de Frida, es el brujo, y Frida ve como si viviera una pesadilla como el brujo domina la mente de los policías y estos, nuestros rescatadores, me apuntan con sus pistolas y en cuanto corro hacia el coche me disparan, como en una mala película de serie b consigo arrancar el coche a tiempo, Frida no comprende lo que sucede a su alrededor, yo piso a fondo y atropello a los dos pobres policías mientras nos persiguen los asaltantes, pero no pueden atraparnos miro por el retrovisor por un momento los he perdido de vista, como un rayo cruzo la ciudad tenemos que desaparecer antes de que nos detengan o nos atrapen, salimos de la ciudad y camino por carreteras secundarias, tenemos que pensar un plan, me detuve a media tarde en medio de ninguna parte, enterramos a la pobre gata, Frida no tiene consuelo, yo he guarda-do su colgante en mi bolsillo, la abrazo, dejo que llore, que saque toda su pena fuera, y le pido abandonar el país y que viajemos a España.

-¿Qué coño ha pasado?

- Es el brujo.

- Los brujos no existen Gustavo.

- Lo has visto con tus propios ojos.

- Aún no sé lo que ha pasado, nos han querido robar eso ha pasado, y eran policías corruptos eso ha sido, vamos a comisaria lo explicamos todo y despertamos de esta pesadilla.

- Tenemos que irnos y lo sabes.

- No vamos a ir a ninguna parte.

- No voy a dejar que te atrapen, nos vamos a marchar y vendrás conmigo por las buenas o arrastras.

- ¿Ir donde?, no se puede ir a ninguna parte, la policía nos estará buscando por todas partes.

- Iremos a Sevilla, pero por el camino más largo, iremos lo más lejos posible donde no se lo espere el brujo, con pasaportes falsos, evitando aviones, caminando y en coche por carreteras secundarias, así no darán con nosotros, por favor Frida ten fe en mí.

- Yo solo quiero recuperar mi vida, tener a mi gata entre mis brazos, acariciarla hasta que se duerma en mi pecho, quiero despertar de esta puta pesadilla.

Y viajamos, consigo sacar unos ahorros, unos pasaportes falsos, ocultarnos tras gruesas gafas de sol, unos pasajes de avión baratos en un vuelo de mala muerte para ir al culo del mundo donde menos se lo esperan y desde allí poder ir a Sevilla sin tener que volver a subir a un avión, poder cruzar fronteras sin tener que dar la cara, en coche, a pie, en bici, como sea, vamos a tardar más que willy fog pero es lo que hay, Frida no me ha mirado y no me ha dirigido la palabra durante todo el vuelo, esta triste, como ausente, con la mirada perdida, yo le sostengo la mano, le beso la frente y le acaricio la nuca en los pocos ratos que duerme, ya en suelo firme comienza una locura de aventura, pero después de todo somos un par de locos, pasamos calamidades, frío, miedo, hambre, pero pasan los días, las semanas, los meses, y Frida recupera la sonrisa, tiene alma de guerrera y es muy aventurera, y caminamos agarrados de la mano, con miradas que acarician, con besos en los labios, nos tomamos los viajes como viajes de novios, no podremos viajar si algún día nos casamos, o tal vez sí, a un lugar donde va la gente normal y que es más comercial, aprendemos de otras culturas, nos emborrachamos de sus paisajes, no todo es pasarlo mal bajo lluvias torrenciales, o un calor sofocante, también nuestros sentidos disfrutan de las nubes más grandes y gordas que jamás vimos en el cielo, nubes blancas y otras rosas, y vemos campos con flores que no habíamos visto nunca, paisajes de una belleza que te da que pensar en lo insignificante que es el hombre y la verdadera peste en este planeta, nos bañamos y hacemos el amor en lagos tan hermosos que si lo contáramos nadie nos creería, y vemos tumbados en el camino a la luz de una hoguera como en las noches en su cielo brillan mil millones de estrellas, que lejos creemos que está el universo y si estiro un poco mis dedos creo que podría llegar a rozarlo, cruzamos fronteras, bosques, aldeas, montañas, el viaje nos une, la sonrisa de Frida es cada vez más grande y hermosa creo que a pesar de las penurias y de las incomodidades esta vida le gusta, a veces la encuentro llorando en mi pecho porque tiene alguna pesadilla, o en mi hombro, o sosteniendo mi mano porque el horizonte no puede ser más hermoso, nada de lo que vivimos sale por la tele, ni se encuentra en los libros, solo lo encuentran aquellos que viajan, los que recorren los caminos, con el alma abierta de par en par y el corazón en la mano, le beso la frente, nos ha llevado todo un año poder llegar, pero ya estamos a un paso muy corto de alcanzar nuestro destino. Ya estamos en Sevilla en un barrio marginal, rodeados de gente pobre, drogas y delincuentes, he alquilado un piso unos días, nos estamos bañando juntos, aprovechando los pequeños lujos que no tuvimos, acariciando sus pechos y su vientre, arañando suave sus muslos, ella me devuelve los mimos con besos, y con la mirada de los ojos más bonitos del mundo.

- Ya está, ya se han ido todos podemos salir.

- ¿Y las alarmas?.

- No lo sé.

- ¿Cómo que no lo sabes?

- No lo sé, el trono no debe de andar lejos y para cuando llegue alguien ya te habrás sentado.

-¿Ese es tu plan?

- No se me ha ocurrido otro.

- Dios del cielo, vaya mierda de plan.

- Bueno ya no tiene remedio.

- Dime donde está el dichoso trono y acabemos con esto de una vez.

- Debe andar por aquí.

- Gustavo dime que sabes donde está el trono.

- Yo que sé, en el coro, trascoro, o por aquí cerca no lo sé.

- No me lo puedo creer, no te va a matar el covid ni el brujo te voy a matar yo, te mato, te mato.

- No lo encuentro.

- Esto es una locura, yo pensaba que sabías lo que hacías.

- Ssshhh no hables tan alto.

- Y te grito si me sale del coño, ¿dónde carajos está el trono?

- No lo sé mi vida.

Las luces del interior de la catedral se encienden todas a la vez, se hace casi de día, la risa del brujo rebota en los altos techos y en las columnas de la colosal catedral, en cada rincón de piedra, en cada halo de historia, y nos rodean hombres y mujeres encapuchados vestidos de negro, con una espada en la mano y una antorcha en la otra, la he cagado he llevado a Frida a la boca del lobo y ahora el lobo se encuentra frente a frente con sus ojos inyectados en sangre mostrando sus afiladas garras y sus afilados dientes.

- Aquello que buscas cristiano, no está a la vista de todos, la escondí en sus catacumbas, bien oculto, ni en mil años encontrarás ese trono.

- Suelta a Frida.

- Esta vez no, ya he aprendido con el paso del tiempo, sois presos de uno de mis embrujos, esta vez no os podéis quitar la vida, nada de espadas, ni de beber veneno, ni de agarraros de la mano y saltar al vacío desde casi el cielo, no, y no voy a matarte cristiano, os haré inmortales, a ti para poder torturarte durante siglos y cada día de tu vida hasta que me supliques que te mate, y a la princesa, la haré mía, corromperé su cuerpo y su corazón hasta que su alma inmortal sea tan oscura como la mía y reine sentada a mi lado como mi reina, esta vez gano yo, jaque mate.

- Pero la estrella la tengo yo, ¿y si la destruyo?.

- No se puede destruir, y si se pudiera destruirías el mundo con su poder, ¿harías eso?

- Que poco me conoces brujo, incendiaría el universo y me sentaría a ver como se consume en llamas, mi vida sin ella no vale nada.

- En eso tienes razón tu vida no vale nada, dame la gema y tal vez sea bueno contigo, no te veo matando a inocentes, borrando todo rastro de la humanidad.

- ¿No se puede destruir dices?

- Exacto.

- Pondré tu teoría aprueba.

- Te amo Frida mi vida es tuya.

- Y la mía tuya Gustavo, dale fuerte, dale fuerte.

- Calla insensata.

Arrojo la estrella al suelo y la golpeo duro con el talón de mi bota, y nada, la golpeo una segunda vez con todas mis fuerzas y nada, ni una mota de polvo, se oyen risas a mi alrededor, se acercan a recoger la estrella del suelo, la golpeo una tercera vez, y nada, las carcajadas escandalosas retumban por todo el templo, la gema no se puede destruir, uno de los encapuchados la recoge del suelo otros dos me tienen inmovilizado, la lleva en las manos pero a mitad de camino se oye un sonido sordo, otros oyeron un sonido a hueco, sonó al corazón de Alexandra rompiéndose, la estrella se resquebraja, salen rayos de luz, la gema se rompe por completo, se desintegra como si se la llevase la brisa y deja un halo azul celeste en su vuelo, la vida es curiosa pasa de la paz más absoluta a la mayor de las tempestades en solo un segundo, una luz enorme y cegadora aparece desde el suelo hasta el techo, forma un tornado que va engullendo todo a su paso, el suelo desaparece, el techo desaparece y llega la luz hasta el cielo, todos volamos a su alrededor como cometas sin rumbo, abrazo a Frida, los esbirros se desvanecen, todo se desintegra, la luz es cada vez más grande, el tornado cada vez más fuerte, como un agujero negro se lo traga todo, la catedral, las calles, la ciudad, el brujo grita y maldice antes de convertirse en polvo y cenizas, parece el apocalipsis, todo llega a su fin, la fuerza nos arranca de los brazos, abrázame y no me sueltes es lo último que llego a oír, después llega el silencio más atronador, la oscuridad más absoluta, y no puedo moverme, es como si mi cuerpo no existiera y por unos segundos solo queda despierta mi mente, y no tardo en caer en un sueño muy pesado un sueño muy profundo.

Todo está en silencio, abro los ojos, las primeras luces del alba entran por la gran ventana de la habitación, la ciudad, su playa, y sus casas altas como sus gentes aún duermen, como si no hubiese pasado nada y hubiese vuelto el tiempo atrás o vivido solo un sueño, abracadabra entra y sale de la habitación con su colgante y su estrella azul celeste, es verano brilla en su cielo la luna llena más grande y hermosa, soy feliz, el brujo ha vuelto a perder y esta vez tengo cien años por delante para vivir y disfrutar de la magia de los ojos más bonitos del mundo y del corazón más bueno y puro, Frida duerme y yo cuento los lunares de su espalda, la rodeo con mis brazos y aprieto contra mi pecho el calor de su galaxia.

Antonio cintas anguas