Friday, March 12, 2021

París

 


Verónica lo dejó todo por amor, dejó su trabajo en Uruguay por irse con Simón a vivir a París, trabajaba en una revista literaria donde escribía una columna de opinión, opinaba sobre las últimas novedades literarias y sobre escritores noveles, aún no se acostumbraba a la vida europea, sobre todo al clima, a su frío, caminaba con un paraguas por las estrechas aceras de una ciudad que bullía deprisa, y siempre con la misma idea en la cabeza, todo el mundo habla maravillas de París, la ciudad del amor, la ciudad de la luz, en su caso al menos sí fue y sí era la ciudad del amor, pero lo de la ciudad de la luz es la mayor estafa de la historia, París tenía muy pocos días con luz solar, sobre todo en verano eso sí cuando salía el sol el calor era sofocante y derretía hasta las piedras, pero la mayor parte del año se lo pasaba lloviendo o nublado, y esos días la entristecían echaba de menos la alegría y el caos de su tierra natal, las canciones, las sonrisas, ese calor en el pecho, esa pasión en la vida y en las tareas, pero ni modo, Simón trabajaba en la embajada de Estados unidos en París y hasta que no le diesen un traslado no había nada que hacer y eso podía llevar años, pero su amor era más fuerte que todas las incomodidades, a Verónica le gustaban los hombres altos desde muy chiquilla y no sabía el motivo, y Simón era un hombre alto, guapo y espectacular, con una sonrisa y un sentido del humor que era imposible no sentir un cosquilleo en las bragas, y era suyo, lo tenía como loco comiendo en la palma de su mano, aunque eran muy diferentes, a Verónica le gustaba beber en una copa grande un buen vino, le gustaba escribir poesía, o cuentos cortos para niños, le gustaba el olor de las flores y respirar el rocío por las mañanas, le gustaba cantar y bailar por toda la casa, arreglada, desnuda, o en pijama, a Simón le gustaban otras cosas, pero era tan divertido, siempre estaba de broma, siempre tenía un buen chiste en la boca, y soportaba como nadie su mal genio y su fuerte carácter, aunque no tenía detalles, no era muy romántico, aunque bueno poco a poco iba aprendiendo en ese aspecto, era listo, aprendía, cuando le tocaba la fibra sensible en la noche había sexo salvaje, o una maratón, y eso si le gustaba al chico, se le iluminaban los ojos y le salían chiribitas cuando ella se ponía encima llena de pasión y enamorada, hoy saldrían a cenar estaban de aniversario no lo había olvidado y le dijo la noche anterior que le tenía sorpresas, que sería el mejor aniversario de todos, así que se puso esas bragas rojas súper sexy que lo volvían tan loco, se puso su mejor vestido negro, con mucho escote pues tenía grandes pechos y bonitos, se puso maquillaje, un buen peinado de peluquería en su melena negra y un color de labios bonito, se miró al espejo y no pudo reprimirse y dedicarse un piropo, que guapa eres cabrona.

Guau Verónica estaba espectacular, cuando pensaba que no podía verla más guapa, zas, se volvía a superar, no podía apartar los ojos de aquellos ojos, el vestido, el pelo como caía por sus hombros, del escote y de ese lunar de su escote tan sensual, no les importó la diferencia de edad, la nacionalidad, la altura, el color de la piel, él era alto, delgado, casi atlético, y ella su chaparrita, con curvas, los mejores perfumes vienen en frascos pequeños, y aquella mujer era una mujer maravillosa que lo tenía fascinado, que lo había dejado todo por amor, por estar entre sus brazos, y siempre con una sonrisa en la cara, una sonrisa preciosa que ocultaba sus días malos y cuanto echaba de menos muchas cosas, pero no se quejaba, siempre sonreía, siempre fuerte, cuando subieron al taxi le tapó los ojos con cuidado para no estropear su maquillaje, y le entregó un sobre cerrado entre las manos que solo podría abrir cuando se lo dijera, todo estaba listo, lo había estado preparando por días y estaba deseando ver su cara de sorpresa.

 

– Ya puedes abrir los ojos.

 

- ¡Asado!

 

– Y ya puedes leer el contenido del sobre.

 

Estaban en el mejor restaurante uruguayo de la ciudad, era como un pequeño pedazo de tierra de su hogar, un detalle romántico que le llegó a lo más profundo de su ser, todo el mundo había colaborado guardando silencio, luego fueron todo risas, música, jolgorio, le encantaba el olor que se respiraba volvía a sentirse chiquilla, abrió el sobre con cuidado, nerviosa, no podía creer lo romántico que estaba siendo todo, Simón tenía razón no podría olvidar este aniversario, leyó para si misma, murmurando en voz alta solo para que Simón la oyera.

Enamorao de sus ojos oscuros como una noche sin estrellas, porque todas brillan y viven en su mágica sonrisa, enamorao de su pelo negro como una noche sin luna donde su magia plateada inmortal nace y muere en su preciosa mirada, enamorao de su piel de galleta con lágrimas de chocolate donde la acarician los suspiros de poetas y los corazones de los hombres que la sueñan, enamorao de su cuerpo de guitarra y de su figura de diosa, de su boca brotan los mejores acordes y los besos más dulces si sabes como tocarla, ángel celestial que me abrazas con tu corazón de colores y tus alas de plata, enamorao del poema que es su cara de los labios carnosos que despiertan el deseo de versarla, porque ella es poesía y poesía de la buena en las manos indicadas, que escriben versos de amor en sus rincones más secretos de su piel y de su alma, enamorao de su magia, que la mitad de su belleza es su forma de pensar una vez te toca con su voz y la luz de sus ojos aunque no seas correspondido no puedes dejar de amarla, enamorao de su belleza que no puede ser terrenal que existe solo en los libros o se encuentra en otro planeta del universo sideral, cuando Dios te creó como una de las maravillas del mundo rompió el molde en millones de pedazos, eras demasiado para los torpes humanos y fuiste entre los ángeles su favorita, a los demás los hizo de fuego o de polvo de estrellas, a ti de sueños y literatura, y eres la única con la llave de los dos mundos colgada de tu cuello, una llave invisible que solo verán los ojos correctos, un ángel no es un Dios, tampoco es humano vive en la linde de los dos mundos y sufre por ello, enamorao de tu vuelo, de tu libertad, de tu fuego, de tu rebeldía indomable, de los suspiros que provocas entre ángeles y mortales, cielo de donde nacen los sueños que todos soñamos, poesía que nos despiertas con tu luz cada día regalándonos con los destellos de tus ojos y tu sonrisa, los más bellos amaneceres, porque eres tú la más hermosa entre todas las mujeres.

No podía creerlo, lo más bonito que le dijeron jamás, se quedó sin palabras y eso era raro porque hablaba sin parar como una lora, la velada fue mágica, comió chorizo criollo, lomo, milanesas y tomó mates en un calabacín ahuecado hasta saciar su melancolía, bailaron, rieron, cantaron, y regresaron al numero 3 de la calle Jesús en su tercera caída, agarrados de la mano, con mil besos y abrazos hasta llegar al pequeño piso donde tenían su nido de amor, te esperan más sorpresas le dijo, y ya no podía sorprenderla ni hacerla más feliz pensaba, mientras sostenía con ambas manos el rostro de Simón y lo besaba, en la mesa del salón había una carta, lee en voz alta le dijo y luego ven a la habitación, otra vez los nervios, como una niña pequeña que juega al escondite y no quiere ser encontrada.

Yo quiero ser ese lunar que escapa del escote de tu pecho, yo quiero ser ese pelo que acaricia tus hombros y tu cara y a tu boca le roba un beso, yo quiero ser aquello que miren tus ojos y que me mires muy de cerca hasta ver en ellos mi reflejo, yo quiero ser el carmín de tus labios y el motivo de tu sonrisa, que cuando sientas un cosquilleo en el corazón y mariposas en el estómago tenga mi nombre tu risa, yo quiero ser quien escriba en tu piel todas las noches poesía, quien lave tu pelo cada tarde y te lea cuentos hasta dejarte dormida, yo quiero ser ese sueño que tuviste de niña, que seas todas las mujeres que eres solo conmigo y se desborde en mi alma todo el peso de tu dulzura infinita, yo quiero sentir todo tu fuego ese que arde muy dentro de ti y que haría cenizas al mismo infierno, yo quiero ser el templo de tus secretos y la alcoba donde llores o descanses cuando todo te cansé, yo quiero ser ese pensamiento cuando te ves en el espejo y quieres verte bonita para alguien no solo para ti, yo quiero ser ese que pueda abrazarte y tener la libertad de mover sus manos por todas partes para descubrir todos tus misterios, tal vez tantos lunares son un mensaje encriptado si toco la combinación precisa descubro tu secreto mejor guardado y encuentro y veo como salen las alas de tu espada, porque yo sé que tú eres un ángel, yo quiero ser esa luz que entra por tu ventana, las estrellas y la luna que velan por tu sueño, y esa suave y blanca que te abraza entre tus sábanas y besa tu frente para que no sientas frio, yo quiero ser ese tornillo que te falta, esa estrella rota que te hace sentir querida y un poco menos sola, ser esa otra mitad de tu camisa de fuerza, el que te de un beso de buenos días y de buenas noches y al único a quien le des permiso para hacer cosas sucias y lujuriosas, que te haga sudar de amor y de vicio, que conozca todas tus debilidades y tus defectos y que si te tiene que elegir entre dos elija las dos veces quedarse contigo, yo quiero ser ese que te susurre princesa al oído y que entre sus brazos te sientas en casa, yo quiero ser esa locura que te sobra y ese pellizco de cordura que te falta, quien te llame modelo cada vez que te pones mucho o poco maquillaje y camines desnuda o te pongas mil vestidos, yo quiero ser tantas cosas que será mejor empezar por el principio, yo quiero ser ese lunar de tu pecho.

Se quedó paralizada, demasiada miel, no era propio de Simón, se había desatado, se reía sola y nerviosa y ya pensaba que esa noche tendrían sexo xxxl sus poros ya empezaban a sudar y sentía como la piel estaba caliente, en cuanto salió de la sala otra sorpresa, en el pasillo como si fueran migas de pan de un cuento, pétalos de flores por el suelo le indicaban el camino que tenían que seguir sus pies descalzos, su vestido ya estaba en el suelo del pasillo, en la habitación otra sorpresa, la cama toda llena de pétalos de flores y la estancia iluminada con la luz de cientos de velas, cuanto romanticismo en tan poco tiempo, sentía que iba a colapsar, y abrazó y besó a Simón tan fuerte que por un segundo pensó que le rompería todos los huesos, un pensamiento la hizo reír en sus labios, xxxxxxl.

 

– Feliz aniversario Verónica.

 

– Feliz aniversario Simón.

 

Empezaba a despertar la mañana, Verónica desnuda y sudando miraba por la ventana como llovía y un cielo gris plomizo inundaba las calles y las aceras con sus gotas, sonreía, estaba feliz y llena de vida, seguía pensando en la estafa de que a París la llamasen la ciudad de la luz cuando la mayor parte del tiempo se lo pasaba lloviendo o nublado, los cristales estaban llenos de vapor y con sus dedos húmedos estuvo dibujando corazones en el cristal, pero al menos para ella sí era cierto que era la ciudad del amor, miraba a Simón durmiendo todo destruido boca abajo en la cama, y pensó que podría disfrutar un poco más del amor que crecía en su pecho y dejó la ventana para poner sus labios con sus besos en aquella espalda.

 

 

 

 

Antonio cintas anguas

mapashito

1 Comments:

At 6:29 PM , Blogger Yurisa said...

Sacado está el velo de la ciudad luz , una belleza de escrito y tanta miel me encanta ..

 

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