Friday, November 13, 2020

red sonja

 


Se habían conocido por casualidad, como las mejores cosas que pasan en la vida, iban en el metro, Antonio regresaba del médico acompañado de su madre, y ella regresaba a casa después de un duro día de trabajo, y aquellos ojos verdes no dejaban de mirarla, pensó que sería otro baboso como de costumbré y se sentó a su lado para cortarlo, para humillarlo, porque le gustaba humillar a esos gilipollas que iban de machos, por supuesto no creyó ni una palabra de que miraba los ojos tan bonitos que tenía y su sonrisa, le miraba las tetas como hacían todos, pero se relajó no era el típico baboso, era tímido y medio raro y le sacó alguna sonrisa, un tipo agradable y una conversación agradable, ella sabía que él la conocía y que era un fan pero su miedo jamás lo admitiría, unos días después un amigo le comentó que alguien la utilizaba en un cuento en facebook y fue a ver por curiosidad, la historia era de una imaginación prodigiosa y no lo podía creer lo había escrito el chico del metro, habló con él, se hinchó a reír, se le pasaba el tiempo volando en su compañía, aquel hombre tímido y raro tenía algo especial.

Princesa azul de brillante armadura que viene en su caballo blanco, que viene y me rescata de mi prisión, de la más alta torre, matando al terrorífico dragón, a mil demonios y malvados tiranos, guerrera de hermosura milenaria, que no necesita de hombres para bajarse la luna, se la baja ella sola cada vez que quiere, y me sienta a su lado para compartir sus misterios y esa luz tan bonita, me mira y entre sus ojos me mece, princesa azul, que me protege y me cuida, que no pertenece a nadie, ella es solo suya, vuela con alas de plata su alma tan pura, y tan mágica, y me enamora y la quiero así, tan loca y tan libre, borra mis días oscuros con su invencible alegría, y deja que me crea porque ella así lo siente, que me crea que es solo mía, y yo soy tan suyo que ya no soy capaz de imaginarme el estar sin ella en esta vida, porque la vida da menos miedo si vivo en su sonrisa.
- Estoy triste.
- ¿Por qué mi vida?
- Me duele ver como trata mi padre a mi madre, y a nosotros, es un monstruo hijo de puta, ojala se muera.
- ¿Y tu madre no dice nada?, ¿no se defiende?, ¿se queda callada?
- Mi madre está enamorada y él es así, esta ofendido, discutió con mi madre y mi hermano, y ahora se encierra en su habitación, no le habla a nadie, no come.
- Se castiga solo.
- Nos desprecia, hoy se echó a dormir donde nos sentamos a comer, no estaba dormido, se lo hacia, quería joder, se despertó, mi madre le puso la comida y ni la miró, se fue a la habitación, es un cabrón, no se merece la mujer que tiene, ni sus hijos, ni que lo quieran, se tenía que haber visto solo, personas así tendrían que estar solas.
- Pues es un ser malo, pero también sufre por dentro solo que no lo dice, quiere que las cosas sean como el las quiere.
- No tiene empatía, ni corazón.
- Tu madre tal vez esté con él más por costumbre que por amor, suele pasar.
- Es un puto psicopata.
- En eso sí estoy de acuerdo, no se puede maltratar toda la vida un grupo humano que se supone debe querer y proteger.
- Lo engañada que tiene a la gente, ni se lo imaginan.
- No le tengas malos deseos Antonio, los malos deseos son como la procesión por donde salen vuelven a entrar, sé que te afecta, sé que te duele, que sientes impotencia, pero te haces daño, acumulas odio y eso te enferma.
- Odio, frustración, impotencia, tristeza.
- mi vida, respira, muy hondo, lo más hondo que puedas.
Había conocido a muchas mujeres, mujeres inteligentes, guapas, independientes, que no necesitaban a nadie para vivir y cumplir sus sueños y menos a un hombre, pero que le confesaban que necesitaban un hombre a su lado, y no por algo tan bonito como sentirse querida, sino que necesitaban sentirse protegidas, necesitaban sentirse seguras de todo lo que vivían y hacían, ahí comprendió que estaría solo para siempre, no podía proteger a ninguna mujer porque no podía protegerse ni a si mismo, era como ellas, miraba desde la torre más alta, del castillo más oscuro que guardaba celoso el más grande y fiero dragón, a que llegase por el horizonte una princesa azul de brillante armadura que como en los libros lo rescatase para vivir felices, Zenda era su princesa azul, aunque de azul tenía lo que los libros, la idea, el concepto, zenda era más bien una guerrera roja, como red Sonja, una mujer de fuerte carácter, con el pelo largo y rojo como el fuego, algo bruta y muy directa cuando hablaba, que miraba con descaro y que cogía sin reparo lo que era suyo, limpiándose el culo con lo que pensaban los demás y la sociedad enferma que nos etiqueta nada más nacer, tenía unos ojos preciosos, las gafas le quedaban tan bien que la veía incluso más guapa cuando no se las quitaba, y tenía una sonrisa increíble, Zenda estaba lejos de ser la mujer sumisa que esperan todos y para lo que educan a ser a todas, y por supuesto estaba lejisimos de ser como las princesas disney, le intimidaba su fuerte personalidad, no se explicaba como podía gustarle a una mujer que con dar una patada en el suelo le llovían los hombres, la amaba, le había traído esperanza, se sentía querido cuando hablaba con ella, se sentía protegido, cuidado, podían hablar de cualquier cosa, Zenda era una mujer muy inteligente, a la que nunca jamás aceptarían en su casa porque Zenda no solo tenía un carácter fuerte Zenda no tenía pelos en la lengua, pero Zenda era actriz porno, no super famosa, pero sí muy conocida, era una mujer normal, que hacia porno normal, porno amateur, lejos de esas muñecas perfectas de la industria del porno, y por ello era una mujer marcada por la sociedad, y nunca podría entrar en su casa, aunque a ella no le importaba nada de eso, solo quería estar con el y llevárselo a vivir con ella, lejos de todo y de todos.
Antonio era un pusilánime, el mayor de todos cuanto había conocido, y odiaba profundamente a los hombres así, y tenía todo el lote completo, cobarde, infantil, inocente, ingenuo, cobarde, miedoso, cursi, inmaduro, a los hombres así ni los miraba a la cara, le daban asco, pero estaba enamorada de Antonio, pensaba que gran parte de toda esa mierda se debía a lustros y lustros de malos tratos y de un patriarcado que educaba a los hombres a ser unos salvajes con las mujeres y a pisotear todo lo bello, y cuando un hombre no le nacía ser así lo destruían, sociedad enferma y mezquina, ya lo había sufrido en sus carnes, ya lo había visto cientos de veces, por eso seguía siendo soltera y la llamaban la loca de los gatos, solo le interesaban los hombres por su trabajo y para algún polvo ocasional, pero Antonio no era así, era un diamante en bruto que pensaba modelar, era especial y único eso era seguro, ningún hombre le había echo reír de ese modo, ningún hombre tenía sus ocurrencias o su modo de pensar, en broma y medio de cariño le llamaba Goku porque le recordaba a ese personaje cuando era niño y ella se partía de la risa cuando era niña y lo veía por la tele, a Antonio lo que le hacia falta era un buen revolcón para quitarle la inocencia y los pajaritos de la cabeza y ella se lo pensaba dar, lo haría un hombre de la noche a la mañana, y con amor y cariño ese hombrecillo miedoso y oscuro saldría de su crisálida y se mostraría tal como es para sorpresa del mundo, nadie se dio cuenta pero ella sí, y sería su tesoro para siempre, le enseñaría a despreciar a los interesados, a los hipócritas a los repugnantes, le enseñaría a tener huevos para que nunca más le hiciesen daños las palabras de nadie, lo enseñaría defenderse de la mierda que nos rodea, le daría alas, le desataría las alas que tiene amarradas en algún lugar y lo enseñaría a volar, y así fue como se lo llevó a su casa, un día con la escusa de dar una vuelta en su burra, le puso un casco, le dijo agárrate fuerte a mi cintura, y volaron con la suzuki por las calles de Madrid hacia la libertad, y ya no lo dejó salir de su vida, y ya no lo dejó salir de su corazón, Antonio era la excepción a la regla, y su casa se llenó de juegos eróticos, de un amor sincero aunque muchas veces algo empalagoso para su gusto, y de infinitas carcajadas porque no podían parar de reír.
- Tantos hombres en mi cama, tantas películas, y solo tú sabes en donde tocarme.
- En los pentagramas de tu cuerpo, en los versos de tu piel, solo uno los puntos con mis dedos, hasta dibujar un corazón, o las letras de un te quiero, o le pido deseos a esas estrellas de tu galaxia, tienes el camino marcado, con otras hay que adivinar, contigo no, en el braille de esas pecas se lee, tocar aquí, nos comemos a versos, sudamos fantasía, nos comemos a cucharadas con los ojos, nos bebemos el alma de poesía, jadeamos como locos soñadores, nos abrazamos como románticos empedernidos, nos amamos como adolescentes calentones, escribimos canciones en nuestros gemidos, bailamos la danza de los amantes, y exhaustos soñamos el sueño de los despiertos, nos sentimos como Adán y Eva en el paraíso, o entre nubes del más bonito de los cielos, porque nos miramos y en nuestros pechos sentimos, que somos dos putos ángeles.
- Uy esto se esta poniendo peligroso mejor huyo y me escondo, adiós, cuídate.
- Cuídate tú más, de mis besos, de mis dedos, de mi pensamiento, de mi lado travieso, de mis abrazos, de mi soldado erecto, de mi lengua, de mis suspiros, de lo que pueda hacer en tu espalda, o haciendo como que duermo en tu pecho, y cierra bien las piernas, o me sentirás dentro. Escóndete voy a encontrarte, en esta vida o en la otra, y voy a besarte, comerte, lamerte, tan fuerte que en mi lengua se vendrán todos tus lunares. Iré recitando poemas cuyas letras te alcancen, te toquen, suspirando piropos que te gustan, hasta que oiga porque se te escape un suspiro ahogado con mi nombre. Iré gimiendo casi, todo cuanto te quiero, prometiendo caricias encendidas, noches de salvaje sexo y romántico amor durante el día, hasta que te delate el olor de tu humedad que me necesita, el olor de tu piel que destila poesía y sabe fuerte como el tequila. Estás cerca puedo sentirlo, tus manos te recorren y te soban pensando cuando cierras los ojos que soy yo quien viste tu cuerpo desnudo con un pijama de saliva. Te siento, te huelo, casi te veo, oigo tu corazón latiendo fuerte deseando que te agarre duro por la cintura, ya siento en mi piel tu calor, escóndete tus llamas me llaman para que bese tu boca y puedas ser mía. Te haré el amor tan fuerte y tan suave que los vecinos creerán que te estoy matando, después de los aplausos te sentirás en las nubes, y yo descansaré destruido en el paraíso que es tu cuerpo en el refugio de tus brazos, en el templo de tu pecho. Escóndete voy a encontrarte, en esta vida o en la otra, y voy a besarte, comerte, lamerte, tan fuerte que en mi lengua se vendrán todos tus lunares.
- Joder nene, por sino me encuentras, estoy escondida detrás de las cortinas.
antonio cintas anguas
mapashito

1 Comments:

At 4:51 PM , Blogger Yurisa said...

Bellísimo relato de un amor único ....me encanta.

 

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