Saturday, October 31, 2020

nayeli



 Nunca vi unos árboles más altos y robustos, nunca vi unos campos y unas praderas tan verdes, ni flores más hermosas, ni animales más hermosos, nunca vi un río más bonito ni de agua más fresca y clara, nunca vi un lugar con aquella luz que lo bañaba todo de un modo especial y mágico, nunca sentí tanta paz en mi corazón, el paraíso que describen los libros debería ser más o menos parecido, si te detienes un momento y dejas de ir corriendo de un lado a otro, si callas el ruido de tu cabeza y pones atención a los sonidos que te rodean, entonces puedes oír el verdadero sonido de la vida, y te das cuenta de lo insignificante que eres, que formas como una pequeña mota de polvo o de arena en algo más grande que tú, y entonces sucede, sientes una paz interior increíble, como que tu alma se despega de tu carne y vuela hacia la luz que acaricia las ramas de los árboles que se mecen y cuyo sonido al ser acariciados por la brisa te adormecen, te enamoran, ya formas parte del paisaje, del lugar, ya no te quieres ir de allí, y te preguntas si uno cuando muere lo que abraza es una tranquilidad tan honda como la que estas respirando, sientes algo crecer dentro de tu pecho que no puedes expresar con palabras. Medio escondido en el bosque una pequeña cabaña medio ruinosa es el refugio de los amantes, los que escapan en la oscuridad de la noche para poder estar juntos, la encontraron de casualidad, la hicieron suya, la adecentaron, cada vez le hacían un arreglo nuevo, porque anhelaban poder tener una casa donde vivir juntos sin tener que esconder su amor al sol, se oían gritos medio ahogados, jadeos, gemidos, dos animales se hacían el amor como salvajes, mordiendo y arañando, la luz de la luna y de las estrellas que acariciaba sus cuerpos desnudos y sudados a través de los cristales de una ventana.

- ¡Nayeli!, ¡Nayeli!, ¡Nayeli!, ¡Nayeliiiiii! - ¡Eres mio!, ¡eres mio!, ¡mio!, ¡mio!, ¡mio! - Dios me has destrozado nunca me hicieron el amor así. - Perdóname es que perdí el control y me puse a cabalgar como una salvaje. - Eres una salvaje muy hermosa, muy traviesa, y de sangre muy caliente. - Estás haciendo un uso perverso de mi nombre, tú si que eres travieso. - Lo sé pero es que es precioso su significado, cuando me lo dijiste supe que no podría aguantarme las ganas de gritarlo, ¿por qué te pusieron ese nombre? - Fue idea de mi madre, mi padre es un hombre poco dado a expresar sus sentimientos, es un hombre tosco, duro, frío, y poco o nada cariñoso, que nunca le daba un abrazo a mi madre, nunca le daba un beso, nunca le decía te quiero, y cuando vine al mundo me puso ese nombre, y cuando mi padre se le quedó mirando ella le dijo ahora tendrás que decir te quiero cada vez que tengas que llamar a tu hija. - Que historia, tu madre debe ser una mujer increíble. - Lo es, mi padre también, pero mi madre tiene algo especial, tiene el don de la sanación porque así lo quiso el gran padre, ella pone las manos sobre tu cuerpo y reza y reza hasta que sanas. - Tengo que conocer a tu madre para que me sane todos los dolores lo que no sé es si podría con tantos. - Sí que podría, Wakanda sí podría, solo tienes que tener fe en que sanarás, me gustaría que pudiera venir y conocerte, que te pudiera rezar con las manos encima, yo no pierdo la esperanza tal vez algún día se pueda. - A mi también me gustaría, pero tú sabes que es imposible que eso suceda, en tu pueblo nunca me aceptaran, y en mi ciudad eres una persona de segunda, ¿qué significa Wakanda? - La que tiene un poder mágico en su interior, Juan deja de trabajar para los ingleses, sino puedes llevarme a Londres o a Madrid, quédate aquí conmigo, bueno aquí no, podemos marcharnos a otro lugar donde nadie nos conozca y donde podamos vivir juntos sin temor y sin tener que escondernos. - Es una buena idea, cada vez me gusta más este lugar, y cada vez me gusta más pasar el tiempo contigo Nayeli. - No sé porque hablan tan mal de los españoles, tú eres muy bueno. - Porque cuando los españoles llegaron hicieron cosas horribles, pero no exterminaron a los nativos por eso cuentan historias de padres a hijos, los ingleses cuando llegaron exterminaron a todos y no quedó nadie vivo que pudiera contar lo malvados que son los ingleses. - Juan mi madre sabe de ti, tuve que contarle, no se le escapa una y sabe que me escapo cada noche, me dijo que te abandone, pero yo le dije que tú eras mi lobo, me abrazó entre lágrimas, no seas su loba acabarás mal, pero yo seré tu loba. - Huiremos Nayeli, nos marcharemos lejos de los ingleses y lejos de tu pueblo, tan lejos como podamos. - Sí Juan en dos o tres noches podemos preparar lo necesario, te quiero Juan. - Te quiero Nayeli. Nayeli se marchó feliz, estaba muy enamorada, no le importaban las diferencias, no le importaba ser la hija del jefe, saldrían a buscarla pero en unos días desistirían y podría vivir feliz con su amor blanco, tan hermoso, con su piel blanca, sus ojos verdes que le maravillaban, su pelo rubio oscuro casi pelirojo, su barba y sus bigotitos que le rascaban el cuello o acariciaban sus pechos cuando Juan le daba los besos más dulces o cuando caía como un bebé destruido entre sus brazos cuando hacían el amor, le robaba la vitalidad, hacer el amor le daba vitalidad y él quedaba destruido y agotado, le daba tanta alegría, no se separaría de Juan nunca jamás, le hacía reír, se sentía amada, su padre nunca lo entendería y por eso estaba segura en su determinación de fugarse, debían marcharse lo más lejos posible para que su amor pudiera crecer en paz, no dejarían de aprender el idioma el uno del otro, aprender de sus costumbres, de sus historias, llegó al poblado, y una sensación extraña recorría su espalda, tuvo un mal presentimiento, demasiado silencio, su madre la estaba esperando despierta, la miró a los ojos y lo supo no hicieron falta palabras, el miedo se apoderó de ella, los guerreros no estaban allí. Ya no trabajaría más para los ingleses, Nayeli tenía razón, que se busquen otro explorador, no quería formar parte de los planes del imperio, estaban buscando oro y piedras preciosas para la reina, que se joda la reina, los ingleses no lo trataban bien por ser español, se marcharía con Nayeli todo lo lejos que pudiera, él ya había encontrado un tesoro mucho mayor y mucho más valioso que todo el oro del mundo y todas las piedras preciosas juntas, Nayeli era preciosa, con sus ojos oscuros que le tocaban el corazón con cada mirada, o cada vez que sonreía, con su pelo largo y negro hasta el infinito, un pelo precioso envidia de todas las reinas y de todos sus imperios, con una piel de bronce suave que lo volvía loco, una criatura maravillosa con su penacho de plumas azules que la acompañaba a todas partes, una mujer tan bonita, tan fuerte, tan hermosa, una mujer salvaje, un espíritu libre que le gustaba cantar y bailar bajo la luz de la luna o cada vez que veía una mariposa blanca, una mujer que lo abrumaba, que lo intimidaba, él era un hombre tranquilo, demasiado tranquilo, y ella era una tempestad, un remolino, caliente en sentimientos y en emociones, una mujer inquieta, lo abrazaba a cada rato, lo besaba a cada rato, con ganas de hacer el amor a cada rato, rápido, medio violento, medio salvaje, duro, y lo dejaba convertido en cenizas entre sus piernas o entre sus brazos, no podía seguirle el ritmo, a veces sentía que lo iba a matar, que lo iba a dejar sin aire para siempre, pero estaba enamorado, la quería, ella era salvaje como aquel lugar, pero era la flor más hermosa de todas y lo amaba como ninguna mujer antes había sido capaz, se sentía amado, protegido, seguro, contento y feliz, entonces salió de su ensoñación oía los disparos, los gritos, el cielo estaba rojo en el horizonte, lo que tanto temía por meses se hizo realidad, les estaban atacando, hubo roces constantes desde que llegaron, los nativos no los querían allí, con sus más y sus menos las tensiones se fueron solucionando, pero un grupo de mineros habían capturado a una niña en el camino y la violaron y golpearon de un modo salvaje y cruel y esa fue la gota que colmó el vaso de la paciencia, los guerreros atacaron por sorpresa y todo estaba en llamas y el blanco que no estaba muerto estaba preso y le esperaba una muerte llena de tormentos. Nayeli rogó a Wakanda que intercediera para que liberasen al prisionero español, los culpables fueron los ingleses, incluso discutió con su padre el gran jefe cosa que nunca hizo, pero no había nada que hacer los blancos debían morir, antes que esa expedición inglesa hubo otra de españoles y acabaron igual eso no ayudaba, pero no podía dejar morir a su amor tenía que encontrar el modo de liberarlo y de huir lejos de todo ese odio entre civilizaciones el amor es más fuerte, el amor lo puede todo. Ya habían matado a los violadores, los demás estaban encerrados, oyendo los gritos desgarradores de aquellos siete infelices que habían abierto las puertas del infierno y los habían condenado a todos, tuvieron una muerte horrible, los guerreros estaban sedientos de sangre y sus corazones llenos de odio, entonces la vió venir, preciosa, majestuosa, con su penacho de plumas azules, nunca el azul fue tan bonito, la vió llegar, ante sus ojos una autentica diosa, una mujer de una belleza sin igual. - Yo te liberaré amor mío, cuando todos duerman y nos marcharemos muy lejos. - Si te descubren te matarán no puedo permitirlo. - No lo entiendes Juan si tú mueres yo muero contigo. - No digas eso, puedes ser feliz sin mí. -No puedo ser feliz sin ti. - Sí puedes. - No puedo, ni quiero. - Nayeli no quiero que nada malo te ocurra, olvídame, vive feliz con los tuyos, trae guerreros al mundo. - Traeré guerreros y guerreras al mundo, y te llamarán padre porque serán tan tuyos como míos. - Pero Nayeli. - No digas nada más, te liberaré y huiremos muy lejos, tal vez al monte del destino con sus cumbres nevadas, o tal vez cerca de la playa donde su mar esta tan frío que al pisarlo pareciera que se clavan agujas en tus pies, o tal vez un valle hermoso donde nada nos moleste o un bosque frondoso con una cabaña modesta como la que tuvimos aquí estos meses. - Suena tan bonito que dan ganas de llorar. - ¿Qué nombre le pondremos a nuestros guerreros? - No lo había pensado, Ramón, o Romulo y Remo, o el nombre de tu padre. - Y mis guerreras se llamaran Rosa, Abril, Jazmín, Wakanda como mi madre o Nahimana. - Es tan bonito soñar Nayeli. - Y viviremos nuestros sueños Juan, recuerda cuando todos duerman escaparemos. - Nayeli es muy peligroso es una locura. - Cuando todos duerman amor no lo olvides. Y cuando todos dormían en el silencio de la noche Nayeli golpeó con una piedra al guerrero que vigilaba a los prisioneros y los liberó, estaba en brazos de su amado ahora podrían ir lejos muy lejos y vivir de sueños y de amor, pero los torpes ingleses al escapar fueron descubiertos y los disparos y los gritos llenaron la noche y en poco tiempo los volvieron atrapar, en el intento de huida uno de los ingleses había asesinado al gran jefe y culparon a Nayeli de traición por lo sucedido y la condenaron a morir con los blancos, Wakanda no pudo hacer nada, había otro jefe y los guerreros querían venganza, pocas noches después ataron a los enamorados a un poste, espalda con espalda atados por las muñecas y por los tobillos, formaron una hoguera a su alrededor y les prendieron fuego, Nayeli y Juan estrecharon los dedos de sus manos, con lágrimas en los ojos. - Yo creo que cuando uno muere se reencarna en otra persona te buscaré Nayeli en todas las vidas que me queden por vivir. - Yo tengo otras costumbres otras creencias y aunque no comprendo lo que me dices me gusta pensar que será así como dices, búscame yo te estaré esperando. Las llamas los alcanzó gritaron los dos ¡Nayeli!, ¡Nayeli! ¡Nayeli! hasta que un grito desgarrador rompió el cielo sin estrellas de la noche, los guerreros danzaban y cantaban a su alrededor al son de los tambores con un odio ancestral llenando sus corazones, al llegar el alba Wakanda pidió permiso para llevarse los restos de su hija, era una mujer a la que todos querían, respetaban y que había perdido a su esposo y su hija en pocos días, la veneraban y eso pudo más que el odio, la dejaron hacer y le enviaron a dos jóvenes para que la ayudasen, rezando y hablando en una lengua que nadie comprendía se llevó lo que quedaba de su hija y del hombre que la había enamorado, los llevó a lo profundo del bosque, y aunque no era costumbre en sus creencias los enterró juntos, sus cuerpos carbonizados o lo que quedaba de ellos, el gran padre comprendería y los llevaría a los verdes prados, una vez sepultados arrojó sobre la tierra sus cenizas y rompió en pedazos la vasija, rezó por sus almas, Jaspirinaycanchi, Jaspirinaycanchi, los jóvenes asustados huyeron corriendo un gran lobo negro y una loba blanca emergieron de entres las sombras, se quedaron mirando muy de cerca a Wakanda, pero Wakanda mirando los ojos azules de la loba, nunca el azul fue tan bonito, sonrió feliz, no le harían daño, no tenía miedo, por fin estaban juntos y no tenían que ocultar su amor al sol.


mapashito
antonio cintas anguas

1 Comments:

At 3:27 PM , Blogger Yurisa said...

Bellísima historia , me encantó, es mágico ...Nayeli.

 

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