Monday, October 19, 2020

tinta china

 


El clima estaba cambiando, el verano con su calor sofocante estaba comenzando a dejar noches cada vez más frescas, a mañanas cada vez más frías, por la ventana se veían en lo alto del cielo el vuelo de los pájaros que van y vienen como les enseñó la vida según las estaciones del año, Kaori tenía un bonito despertar, no como él que era un zombie durante una o dos horas, pero Kaori siempre sonreía con su cara hinchada y sus ojitos chinos que casi no se veían en su cara recién despertaba, pero que coño importaba tenía los ojos más bonitos del mundo y tenía una sonrisa que no importaba la densidad de la oscuridad ella lo llenaba todo de una luz infinita, pero hoy no se veían pájaros, ni paisajes, ni gente, ni nada, hoy amaneció con una niebla tan densa que era imposible ver las casas de enfrente, y a Kaori no le gustaban nada los días de niebla.

- Que feo, hace una niebla tan espesa que podría cortarse con un cuchillo.
- Pues no te quedes con las ganas Kaori abre un poco la ventana y apuñala a la niebla para que se vaya.
- Jajajaja, me ahogo, tan temprano y ya me estas haciendo reír, que ocurrencias tienes Carlos, me haces reír hasta dejarme sin aire.
- Si te quedas sin aire te puedo hacer el boca a boca.
- Eres todo lo que me falta, lo que siempre soñé, me dan ganas de casarme contigo te lo juro, tendría chinitas contigo.
Era tan hermosa su china, Kaori era medio asiática, medio latina, una mezcla hermosa, tenía rasgos de su madre japonesa, y rasgos de su padre cubano, se conocieron y se enamoraron en una convección manga en Miami, el amor te encuentra cuando menos te lo esperas y ya no regresaron, tenía lo más hermoso de cada imperio, o ella hacía que se viese lo más hermoso de ambos imperios, con su color de piel de bronce con muchas pecas, con sus ojos pequeños, de sangre caliente, con su pelo negro como una noche sin estrellas.
Carlos era frío, distante, solitario, había crecido en una casa donde el padre era un maltratador, una casa sin amor donde todo eran gritos y violencia, y se sentía extraño cuando le daban cariño, cuando le hablaban suave y bonito, pero dentro de Carlos había un hombre tierno, cariñoso, un desconocido que ella sacaría a besos y abrazos, Carlos no se daba cuenta pero el amor que se tenían hacía que su mundo fuese más bonito.
- Tengamos una chinita Carlos, o las que Dios quiera.
- Vale, abre las piernas Kaori.
-¿Así sin más?
- Así sin más.
- ¿Así sin desnudarme?
- Kaori no necesito desnudarte para emocionarme, tú tienes magia y quien tiene magia no necesita trucos.
- Tú si que eres mago mi amor, ni te imaginas como me haces vibrar y la humedad que provocas.
Se hicieron el amor despacio, suave, mirando los ojos del otro sin pestañear, bueno sí, cerrando los ojos de vez en cuando de placer o de amor, hablando, besando, acariciando en cada pequeño empujón, despacio, suave, muy suave, hablando y suspirando en los ojos que miraban.
- Que sean tan guapas como tú, con esos ojos tan bonitos, con tu alegría, tan cariñosas como tú, tan melosas como tú, que bailen como tú, que canten como tú, tan positivas como tú, tan románticas como tú, tan listas como tú, tan ricas como tú, tan corazón de pollo como tú, tan leonas como tú, con un cuerpo tan bonito como tú, tan independientes como tú, tan fantasiosas como tú, tan dulces como tú, tan calientes como tú, tan elegantes como tú, tan maravillosas como tú, tan brujas como tú, con tu magia por los ojos y por la piel, tan valientes como tú, tan amorosas como tú, tan diosas y putos ángeles como tú, tan bonitas como tú, tan locas como tú, tan divertidas como tú, tan sensuales como tú, con el amor a la vida como tú, con tus pequitas, con tu sonrisa, con tu risa, que besen y resuciten muertos como haces tú, que acaricien y derritan los hielos como tú, con un alma como tú, que sean poesía como tú, que sean música como tú, creo que tu ombligo y el mío tienen un romance no dejan de darse besos y de sobarse.
- Por dios que bello.
- Tú eres bella, traviesa.
- Es hermoso todo lo que me dices.
- Provocadora.
- Me encanta, eres tan romántico.
- Eres mi musa.
- Que tengan los ojos verdes y grandes como tú, que tengan tu imaginación, que sepan escribir poesía como tú, que tengan tu sentido del humor, que tengan el amor por la lectura y los libros como tú, que sepan contar historias como tú, que tengan también de ti, que se parezcan a los dos.
- Vale, medio empatamos.
Y se hicieron el amor una y otra vez, hasta agotar sus cuerpos, unas veces lento, otras veces salvaje, unas veces arañando, otras veces con besos, hasta quedar exhaustos en sus pechos, en sus corazones, hasta perder la cuenta de los orgasmos, hasta olvidar que él se sentía pequeño y poco para ella, que no podrían pasar las navidades juntos porque su familia no la aceptaba, hasta olvidar ella sus kilos de más, que se sentía fea, que odiaba sus pecas y sus manchas hasta que Carlos apareció en su vida y donde antes había lágrimas ahora solo había alegría, y se hicieron el amor como nunca antes, entre risas, porque Carlos era así de payaso, así de bromista y no importaba el lugar o lo que estuvieran haciendo siempre la hacía reír y le provocaba una y mil sonrisas.
- Le podemos llamar a nuestra china chen chu al.
- Jajaja no puedo contigo, nunca me había reído en esta situación.
- Lo sé pero así puedo besar tus gemidos y tu risa.
- Eres increíble Carlos, la chinita se llamará Carla.
- Como tú quieras, o tiramos una lata al suelo y le ponemos según suene.
-Jajaja, eres horroroso, jajaja.
-Ya esta Mulan en el horno.
- Nos va a quedar una china preciosa.
Y se durmieron agotados de tanto amor y de tanto sexo, y soñaron con una vida juntos, una vida llena de felicidad y de chinas por todas partes, una vida sin problemas donde no tuvieran que esconder su amor, o casi pedir perdón por quererse, una vida donde el amor que se sentían pudiera crecer día a día, que bonitos son los sueños que soñamos, aunque los sueños sueños son.
Duermes boca abajo y un lienzo desnudo me provoca a escribir, me llama, todos se fijan en tus tetas, en tu cara, que tienes una bonita sonrisa y que eres muy guapa, y olvidan tu espalda, lienzo donde escribir con tinta que es tan hermosa que dan ganas de poner un millón de caricias con los dedos y poner un millón de besos con los labios, que mi lengua ponga caricias también y te susurre mi boca cuando suspire o sople en tu columna, yo también te amo, y llenar de letras y sentimientos esa espalda de arriba abajo, hasta el sueño de tu cintura y llenar cada nalga de tu culo y tus muslos escribiendo te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, atentamente Carlos, chico malo me he salido de los margenes ahora debo escribir en tus piernas que eres el más sexy de todos los ángeles, tal vez deba darte la vuelta y seguir escribiendo por delante subir por tus piernas escribiendo que eres música y dibujar en tus lunares notas y corcheas, escribir en tus ingles cualquier disparate de esos calientes que nos decimos cuando nos late bien fuerte y no es el corazón, debajo de tu ombligo y todo alrededor como una espiral me vuelve loco tu vientre, piropos en tus costados de esos que solo tú oyes y que te emocionan, en tus brazos el paraíso existe cuando se está atrapado en ellos, en tus tetas dibujo rosas y estrellas que carita de buena cuando duermes, nadie diría que las tres sois tan traviesas, en tu pecho que está tan lleno de amor, que es mi templo y mi refugio el cielo libre y loco para mi imaginación, en tus mejillas escribo a besos que eres mi musa y que no solo sudarás tinta cuando hagamos el amor, esta vez cuando muera entre tus piernas en las llamas de tu pasión podremos decir y no será mentira que sudas, destilas, eres, poesía.
antonio cintas anguas
mapashito

1 Comments:

At 3:46 PM , Blogger Yurisa said...

Felicitaciones bellísimo escrito, los sueños si se pueden convertir en realidad ... ten fé. .....

 

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