carmen

 

Pienso que estoy dormido en el sofá cama del salón del tardón, oigo el tic tac del reloj que con lo pequeño que es el movimiento de sus agujas lo pueden oír hasta los sordos, debe estar amaneciendo, oigo el sonido de los pájaros siempre muchos y escandalosos, de un momento a otro me despertará la abuela de este sueño tan raro y tan feo y me preguntará si he dormido bien, todo estaría como debe estar, me asomaría al balcón para mirar a la jardinera de la calle tratando de ver algunos de los muchos gatos callejeros que se esconden entre los árboles y jaramagos, sabría los pasos a dar en la vida, que hacer y que no, con la mirada perdida entre las torres altas mirando a ese pedacito de cielo único diciendo en un susurro, no crezcas más, seguiría yendo a buscar al abuelo a esta tasca maloliente y mal iluminada, con sus toneles y el olor a vino barato que llenaba un aire viciado, bebería ese vasito de casera de naranja con su pequeño plato de avellanas, y entonces enviarían a otro a buscar al abuelo y a quien había ido a buscar al abuelo y traer de vuelta a los dos, volverían esos lunes santo todos juntos en casa y yendo por la avenida camino del ambulatorio donde siempre nos juntamos, el germen por el que me hice hermano de San Gonzalo, volvería a ir al puesto de la Carmeli con el duro que me daban en el bolsillo y me compraría las caretas de los personajes de mazinguer z y de comando g, o los palotes más ricos del mundo, me asomaría a la ventana del lavadero para ver llegar al hombre del carrito de las aceitunas y bajaría a comprarme un duro de aceitunas sin hueso, que no las he comido más ricas desde mi niñez, he conocido gente maravillosa, he vivido experiencias únicas que no cambiaría por nada en el mundo, pero ojala todo lo vivido fuese tan solo un sueño y que al despertar siguiésemos siendo niños y no faltara nadie y el mundo y la vida recuperarían su color de rosa, pero la abuela ya no está como tantos otros, se fueron al cielo que es el lugar donde viven los ángeles, no voy a despertar, no lo he soñado, todo el dolor ha sido y es real, todas las lágrimas las he llorado, todo empezó a ir de mal en peor cuando dejé de ser un niño y los ángeles de la guarda fueron siendo citados uno a uno ante las barbas del todopoderoso, es lo que hay, siempre que llueve al final siempre sale el sol, pero yo vivo en las tinieblas, no importa la luz de fuera yo vivo en la oscuridad, entre gigantescos nubarrones negros que parecen no tener fin, atrapado en una tormenta interminable en cuyos alaridos desgarradores parece decir nunca saldrás de aquí, pero de vez en cuando salgo de ese bosque solitario y frio que me mata el ánimo y el alma, escapo de las sombras de la ciudad de Gotham de mi pensamiento y de mi cuerpo, y me dejo arrastrar por la luz blanca de Carmen, luz blanca y de todos los colores, Carmen es una hechicera, una maga, tiene respuestas y soluciones para todo, no solo es una chica guapa es más lista que el libro gordo de petete, sabe de todo, o de casi todo, tiene algo especial, algo diferente del resto de las personas que no sabría como expresar con palabras, Carmen tiene magia, Carmen es magia, somos una extraña pareja porque yo soy una causa perdida y ella no da nada por perdido, yo ya me he rendido de la vida y de mi mismo pero ella no se ha rendido conmigo y quiere sacar toda mi luz del abismo oscuro que según ella mi mente ha construido, la mente es poderosa, el cerebro es poderoso, solo hay que saber dominarlo, si el cerebro nos quiere enfermar lo hará y de igual modo nos sanará, como envidio su alegría, su vitalidad, su optimismo.

- No puedo estar contento, no puedo ser feliz, cuando me alegro viene Dios, o el destino, o llámalo como quieras y me jode aún más.

- Tienes que cambiar tu forma de pensar, las personas con pensamientos negativos atraen cosas malas y las personas que tienen pensamientos positivos atraen cosas buenas, todo está en la cabeza.

- Si no me doliese nada pensaría igual que tú, Dios o quien sea me odia, alguien tiene un muñeco de vudú y disfruta clavándome agujas.

- No pienses eso, no hables así.

- Soy la marioneta, el juguete de alguien y disfruta haciéndome sufrir, haciéndome jirones, rompiéndome hasta mis limites, y ya no puedo más es inhumano.

- Hay personas que tienen problemas o enfermedades mucho peores que los tuyos.

- Pero eso no hace que me duela menos aunque suene egoísta, yo quiero que deje de doler, poder ir a mear sin miedo, poder estar tranquilo, unas vacaciones de varios años donde no tenga que estar doblado de dolor.

- Tienes que tener más fe, rezar más fuerte, más seguido, desearlo tanto que Dios te oiga y te lo conceda, yo rezaré por ti.

- De mayor quiero ser como tú, eres un encanto de mujer, me gustaría tener salud, no enfermar jamás no volver a padecer ningún tipo de dolor, estar en el otro lado para saber que se siente.

- Ten cuidado con lo que deseas José, no es oro todo lo que brilla, Dios no pone pruebas que no podamos superar.

- Pues se habrá pensado que soy rambo.

- Ya sé como te puedo cambiar ese mal humor, ven conmigo tengo una sorpresa para ti.

Antes de marcharnos se pasa por todas las habitaciones de casa quemando incienso y romero, llevando agua bendita para que se vaya toda lo negativo, mi madre no quiere que me encariñe mucho con Carmen porque somos de clases sociales muy diferentes, su padre es una persona famosa en la ciudad y con mucho poder y dinero, es un político influyente incluso en Madrid y Carmen es su única hija, le ha salido un poco rebelde, estuvo un tiempo trabajando en la fabrica de tabacos hasta que se cansó o la cansaron, luego estuvo en una guardería decía que no necesitaba el dinero de su padre ni de sus favores para ser feliz, que no necesitaba del dinero de ningún hombre, no sé como se pudo fijar en mi, la conocí de casualidad, en rehabilitación en piscina sevilla, yo con la hernia de disco que me mata de dolor y ella porque tuvo un accidente de moto y tuvo un tiempo una pierna lastimada, por alguna extraña razón me veía guapo, decía que era gracioso y que la hacia reír, claro que yo no sabía que era la hija de quien era, yo solo vi una chica rellenita con una sonrisa imborrable, alegre, con unos ojos preciosos que no dejaba de gastarme bromas, íbamos camino de la sorpresa agarrados de la mano, estaba espectacular y se lo dije, llevaba una especie de kimono corto que le quedaba increíble, no le gustaban las mini faldas y casi nunca las usaba pero el kimono era de una pieza y le quedaba un poco corto y se podían ver los muslos más bonitos de Oriente y de Occidente porque mi china como llamaba a Carmen cariñosamente era la más guapa de todas, el escote era un poco más grande de lo que le gustaba llevaba tiempo queriendo poner un botón o algún cierre para que no fuese tan abierto, pero tenía grandes pechos y bonitos para poder lucirlo con unos lunares muy sensuales aquí y allá, la gente se le quedaba mirando, sobre todo los babosos, era una diosa joder y caminaba entre los naranjos de Sevilla agarrada de mi mano, era la envidia de todos de eso no tenía duda, se veía hermosa bañada por la luz del sol, con el olor azahar impregnando el aire y con esa sonrisa invencible que podía hacer derretir el hielo de los polos si se lo proponía, no sé cuanto tiempo estuvimos caminando, el tiempo con Carmen tiene otro ritmo, cobra otro significado, y no tenía prisa por llegar, entre mimos y bromas apagaba su risa con algún beso encendido que me daba cada dos o tres pasos y que casi siempre me pillaban por sorpresa.

- ¿Vamos a entrar ahí?

- Sí.

- Pero yo no puedo entrar ahí.

- Sí que puedes no seas bobo, además no tiene por que enterarse nadie, será algo rápido entramos y salimos.

Ante mis ojos estaba el palacio de San Telmo, tan impresionante, casi imperial, ni en un millón de sueños se me hubiese podido pasar por la cabeza entrar dentro, y allí estaba, dentro, como un furtivo, de la mano de Carmen atravesando galerías y salones, todo majestuoso, mirando a un lado y a otro como un bobo sus cuadros, sus bustos, sus lámparas, sus tapices, sus excesos, ni me di cuenta cuando nos detuvimos frente a unas grandes puertas de caoba ricamente labradas y con pinta de ser muy pesadas, esta es mi sorpresa dijo Carmen antes de dar un soberano empujón y abrir las puertas de par en par, mudo, sin palabras, con la boca abierta y los ojos como platos no sabía donde mirar, parecía estar en otra dimensión, en la biblioteca del rey Arturo, estanterías con libros hasta donde alcanzaba la vista, vidrieras de vivos colores, pendones colgando de columnas custodiadas por armaduras medievales, allí podría estar excalibur y me lo creería, Carmen miraba con los ojos húmedos y llenos de una alegría infinita como los míos se posaban, acariciaban, cada estante, cada lomo, cada libro de aquel mágico lugar que no sabía que existía, en realidad nadie en Sevilla creo que supiese que existía, cuantos tesoros, porque aquella sala gigante estaba llena de tesoros, sin casi poder respirar de la emoción y sin articular palabra miré a Carmen que me agarró las mejillas con sus dos manos y me puso un beso en la boca de los que te quedas de piedra y se te pone de punta todo hasta la última célula de tu cuerpo.

- ¿Te gusta?

- ¿Estás de broma?

- Puedes mirar pero no puedes tocar.

- No tocaré nada.

- Tal vez encontremos algún libro que pueda sanar todos tus dolores, o limpiar tu aura para siempre.

- O como llegar a la fuente de la juventud aquí debe haber de todo cielo.

- Seguro que ese libro también está aquí un amante de los libros como tú seguro que lo encontraría no tengo dudas.

- No sé que decir me has dejado sin palabras.

- ¿Y qué es lo que me dices cuando te dejo sin palabras?

- Supercalifragilisticoespialidoso.

- Ese es mi chico, voy a mirar una cosa, recuerda amor no toques nada.

- No tocaré nada descuida.

Carmen se perdió entre las sombras, entre los alabarderos, entre los blasones, entre aquel laberinto y mar de libros, y yo me llenaba los pulmones de aquel mágico lugar, con mi cabeza en las nubes, flotando de un lugar a otro, Carmen tardaba en volver, miraba los dibujos de los ventanales, las espadas, los escudos de armas, tratando de descifrar sus linajes, acariciaba los lomos de los libros, de piel, de colores, cuanta historia, cuantos secretos, y sin darme cuenta veo un despacho y con la cabeza aún en las nubes entro para seguir alimentando mi alma y mi curiosidad, el despacho también tiene libros, terciopelo y ricas maderas por todos lados, todo muy barroco, o muy renacentista no lo sé, puede que sea el despacho privado del padre de Carmen, me siento fuera de lugar, extraño, como si estuviera profanando un lugar sagrado, decido marcharme no quiero tener problemas, me dispongo a salir por la puerta pero un pequeño ruido a mi espalda llama mi atención, algo parece haberse caído al suelo, me giro, pueden culparme a mi espero que no se rompiera nada, está en el suelo, un objeto raro, parece valioso, plateado con incrustaciones de cristal o vete a saber que cosa, se asemeja a la lámpara de Aladino de los libros si no fuese por el brilli brilli, lo agarro entre mis manos, lo miro y lo remiro, lo observo, no se le ve ningún golpe, ni una ralladura, nada, solo una pequeña mancha, le doy con el puño de mi camiseta y nada no sale el hijo de su madre, le doy un poco de saliva con mis dedos y froto más fuerte con mi camiseta y por fin aquella asquerosa mancha desaparece, lo que no sé es de que estante se habrá caído y eso es un problema, lo pongo donde creo que es mejor y doy un paso atrás, perfecto aquí no ha pasado nada, y entonces sucede, de aquel objeto, como si fuese una lámpara de aceite antiquísima, o una tetera abstracta sale un pequeño humo, en segundos toda la estancia parece estar dentro de una enorme burbuja, y el humo toma forma de un hombre con cabeza de león, una especie de genio de lámpara maravillosa, vamos no jodas no puede ser verdad eso no está pasando, un tipo grande, musculoso y blanco como la nieve de aspecto feroz y fuerte.

- Soy Kimba, ¿cual es tu último deseo?, piénsalo bien y escoge con cuidado tus palabras.

- No sé si esto es una broma, un holograma, o si alguien se esta quedando conmigo pero lo compro voy a jugar, quiero salud, quiero que desaparezcan los dolores de los riñones, de la espalda, la hernia de la columna, que no me duela ir al baño a mear, que desaparezca la fibriomialgia, la alergia, los tirones musculares, los calambres, en fin, todo, quiero sanar y tener una salud inmortal, no quiero sufrir más dolores ni más enfermedades.

- ¿Lo has pensado bien?, elige sabiamente, toda moneda tiene dos caras, existe la luz y la oscuridad, el bien y el mal, el camino que eliges es un camino muy duro y solitario que no tiene vuelta atrás, ¿estás seguro?, elige con cuidado tus palabras pues ya no podrás decir nada más.

- Claro que lo he pensado bien Kimba, esto no es vida, es una tortura china, quiero saber que se siente al poder vivir sin dolor, tener sueños, planificar, llevar una vida normal.

- No se lo puedes contar a nadie, por nada ni nadie puedes romper este compromiso o solo Dios sabe que desastre podría desencadenar la ruptura de este hechizo, podrían pagarlo aquellos a los que tú más amas, por el poder y la fuerza que me conceden los dioses nuevos y antiguos que la luz te abrace y no te suelte jamás.

- José, José, ¿estás bien?, ¿qué te ha pasado?

- No sé que hago en el suelo, estaba viendo los libros y he tenido como un sueño rarísimo como si algo me golpeara, me ha parecido ver una luz y oír como un rugido, ya no recuerdo nada.

- Me has dado un susto de muerte, tendrás la tensión baja, vamos a tu casa ya tengo el libro que buscaba verás como te sanas.

Fuimos a casa en un taxi, Carmen no me dejó caminar, se preocupaba siempre mucho por mi, me vio mala cara y la verdad es que no me sentía muy bien, no tenía claro que es lo que había pasado, Carmen no apartaba su mirada de mis ojos, Dios es tan guapa, tiene los ojos más bonitos del mundo de un color marrón que no existe en ningún lugar del infinito, es una lora no deja de hablar es tan nerviosa, tan alegre, su vitalidad me arrolla, me ha llevado a su piso de soltera no le gusta vivir en el palacio, ni en el enorme chalet de la playa, ni en la casa señorial que tiene en el centro de Sevilla, huye de los lujos de una familia adinerada, tiene un piso bonito, humilde, acogedor, eso sí en un buen barrio huye de lujos pero no es gilipollas, me ha llevado a su habitación a su cama, no deja de contarme en voz alta todo lo que lee en el libro, dice que va a limpiar mi aura, los chacras, me pide que no me ría que tenga fe y el universo y Dios harán el resto, ha traído unos huevos, me los pasa por todo el cuerpo, repite una y otra vez las frases de ese libro que encuentra mágico y que parece llevar pegado a los dedos, reza, recita oraciones, me pasa varios huevos para estar más segura de que está expulsando todo lo malo de mi vida, se le ve feliz, radiante, es mi hechicera, mi ángel, mi china azul de brillante armadura, acaba con su hechizo y pone punto final con la mejor magia de todas, cuando deja caer el peso de su cuerpo sobre mí y besa mi boca dejando que vea tan de cerca la poesía más maravillosa en el fondo de su mirada. Estuve unos días mal, con sudores fríos, con fiebre alta, con temblores, parecía un resfriado severo o la alergia haciendo de las suyas, me dolía mucho todo el cuerpo, sufría alucinaciones, pesadillas, esta vez me duró casi un mes, y una noche despierto con los implantes de los dientes rotos entre mis manos porque vuelvo a tener dientes naturales, me crece el pelo por días en menos de una semana vuelvo a tener una cabellera frondosa, no necesito las gafas tengo una visión perfecta, oigo como nunca antes, desaparece el dolor de la columna y todos mis males, me siento raro, fuerte, joven, con una energía que nunca había experimentado, me siento como spiderman cuando le muerde la araña, el optimismo me invade, una felicidad increíble emana de cada célula de mi ser, duermo tranquilo con la paz de los benditos ya no tengo pesadillas ni ataques de ansiedad, despierto y no estoy cansado ni rígido, puedo hacer deporte, se borraron mis tatuajes y con los ejercicios que practico a diario tengo un cuerpo casi espartano, soy feliz, muy feliz, puedo correr por el parque dos o tres horas sin lastimarme, no sé si dejarme el pelo corto o largo, un pelo entre rubio y pelirrojo que me saca una sonrisa cada vez que me miro al espejo, todos piensan que el milagro es Carmen, el amor, que me sacó el estrés y las penas y me dio las pautas de una sana alimentación, Carmen piensa que fueron los libros y los huevos, las oraciones, los rezos, que me oyeron Dios y el universo, el milagro se llama Kimba si es que no fue solo un sueño, soy feliz, estoy contento, me siento normal, hago cosas que no me dejaba hacer mi cuerpo enfermo, o mi cerebro con sus miedos, me siento bien, veo el mundo con otros ojos, los que me quieren son felices y se alegran por mi, entonces, unos años después siento que soy Dorian Grey, Christophe Lambert de los inmortales, antes o después tendré una salud de hierro y la eterna juventud pero me acabaré viendo solo, trato de no pensar en ello, hace tiempo que no veo tan seguido a Carmen, discutió fuerte con su padre porque alguien había tocado un objeto muy valioso y había dejado de funcionar, kimba se debió ir de vacaciones, extraño a mi china, nuestras aventuras, quedarme como un tonto mirando sus ojos mientras ella no puede parar de hablar, hasta que se calla porque habla demasiado y entonces me abraza y no me deja de besar, ya no es tan niña, y si antes era guapa ahora que se ve más mujer lo es aún más.

- Extraño pasar más tiempo juntos, estás muy cambiado.

- Sigo siendo el de siempre Carmen.

- Extraño cuando tenías la cabeza peladita, tus tatuajes, tu sarcasmo, tu oscuro sentido del humor.

- He pasado de ser fétido Adams a la marca blanca de aquaman ¿no te gusta el cambio?

- Jajajaja siempre haciéndome reír, siempre serás mi loco.

- Y tú siempre serás mi china.

- Siempre seré tu china José siempre.

- ¿Estás bien?, te noto apagada.

- Tuve una discusión con mi padre, me compré un vestido y me veía guapa y mi madre me decía que estaba guapa y llega mi padre y me dice que estoy gorda y que no me queda.

- Eres preciosa Carmen.

- Me saqué el vestido delante de él no me importó quedarme desnuda delante de todos y lo tiré y me fui llorando a mi habitación.

- Haberle dicho gorda se le pone a José cuando me ve y lo matas de un infarto.

- Jajajaja locooo, le da un infarto seguro.

- Carmen hoy tienes el guapo subío.

- Extraño la playa, la arena, el sonido de las olas, la paz, me puse un poco de rímel para mis ojos coquetos y un poquito de brillo labial para que me lo saques a besos.

Con su escote de abundante sensualidad tan cerca de mis sentidos, pidiendo besos en sus muchos lunares, así me despierta mi lado travieso, mi bruja hermosa, mi luna de sangre, con sus besos y labios rojos, me mira y sonríe y quedo paralizado por la magia que esconde su sonrisa y la luz de sus ojos, no puede parar de hablar es melosa y dulce como un algodón de azúcar grande, empalagoso, y si calla es porque está pensando alguna maldad medio erótica o medio porno, o sus silencios los causa que me abraza y no me suelta y me llena de besos hasta que tanta miel me salga por los poros, es una loca, inocente y soñadora, romántica empedernida, a veces un poco infantil pero ella es poesía y su fantasía la hace feliz, es un ángel del cielo, una hechicera de fuego, la musa donde mis letras se dibujan en su cuerpo, una mujer excepcional, una diosa del universo, bonitas piernas, bonitas rodillas, bonitos muslos para escribir poemas con besos y caricias, piernas largas y gorditas, sudadas y llenas de saliva sobre mis hombros temblando en mi pecho transpirando fantasía, oyendo su música, el sonido cuando siente como la recorren mis dedos, como se estremecen sus lunares cuando araño suave sus rincones y secretos, las lleno de besos, de las caricias de mis manos, de las caricias de mi lengua, de los suspiros de mi boca, te moldeo al antojo de mis letras hasta volverte loca, quieres sentir todo mi amor dentro, quemarte hasta desfallecer en la lava que tú provocas, ser mi puta, mi perra y mi mujer, musa, ángel y diabla cada vez que mi piel te toca, bonitas piernas, bonitos muslos sobre mis hombros, en mi espalda, rodeando mi cintura, emocionándonos cuando deslizo mis manos, cuando llego a tu Norte, cuando encuentro tu Sur y nos perdemos en el Este y Oeste de los suspiros que solo tienes tú, piernas largas y gorditas llenas de luz, de oscuros deseos, de hermosas canciones que tienen tu voz o los gritos de tus gemidos cuando mis dedos o mis labios hacen su magia y la hechicera explota y sus encantos se desbordan y moja las sábanas, pondrás ese cuerpazo con ese vestido que me gusta sobre mí, te llenaré de besos hasta que te duelan los labios, vas a necesitar oxigeno, dejando ver tu escote y tus pechos en cada beso, dejando ver tus muslos a mi costado, a tu cuello no le quedará un milímetro sin ser besado, te respiraré en mi pecho cuando por cada pliegue se pierdan mis manos, me llenaré de tu aroma, de tu fragancia de chica mala, de tu sudor de traviesa, te dejaré hacer, seré viento para tus alas para que vueles por mi piel sin censura y libre viendo como te desbocas, como me das la vida y me la arrebatas mientras mis dedos te provocan al rozar suave tu columna y besar con sus uñas tu espalda, así perdemos el aliento, pasan las horas, sus segundos se miden en suspiros, sus minutos en besos y las horas nos lleva a un mundo de sueños donde perdemos la noción del tiempo, bonitas piernas que acariciar, bonitas rodillas, un ángel en mi pecho, bonitos muslos para escribir poemas con besos y caricias, entre los brazos de mis letras y de tus alas, un ángel en mi cama, un ángel en mi día a día, un ángel en mis sueños de buenas noches, un ángel que llena de besos el despertar de mis mañanas, un ángel entre las sábanas, un ángel en el corazón, un ángel que todo lo que toca lo llena de amor, un ángel que enamora el alma, un ángel con aroma de esperanza, un ángel que es música y alegría, un ángel sensual con ropa, desnuda o en bragas, un ángel que borra las penas que divide las tristezas con el ángel que vive en el cielo de su sonrisa, un ángel que entiende de abrazos y de risas, un ángel el más bonito del cielo con alas de fantasía y poesía en su cuerpo, Un ángel lleno de luz que expulsa la oscuridad de la vida, un ángel único en el mundo el verdadero faro de Alejandría, ese ángel eres tú, un ángel con la piel de luna con estrellas de plata y purpurina donde otros ven lunares, pecas o estrías, un ángel con un sol en la mirada que me da calor cuando me abraza que me da el aliento y me lo quita y que cada vez que mira sus ojos me susurran, yo soy el ángel de tus letras, yo soy tu musa.

Antonio cintas anguas