preso de tu embrujo

"Yo dejé de sentir celos cuando vi que mujeres como yo, hay muy pocas. Cuando me di cuenta de lo mucho que vale mi presencia, cuando vi que ninguna es competencia, pero lo más importante, cuando comprendí que cada quien está donde quiere estar."

no hay nadie como tú, y la huella de tu ausencia deja un dolor y un vacio por dentro que nada lo puedo llenar ni mitigar, no tienes competencia, después de tantos años puedo decir que eres el colmo de la belleza, ya no solo por lo que se ve, que hasta los ciegos pueden ver lo guapa que eres y lo atractiva, que aunque todos digamos que no miramos el físico, todos sabemos que eso es una mentira, y tú eres una privilegiada, aunque no fuese eso en lo primero que me fijé aquella mañana azul de hace tanto que ni puedo llevar la cuenta ni recordarlo, ya sé que miran de ti lo primero, alguna vez me lo has contado, son muchos años y yo también me he fijado, tengo ojos, pero fue eso, tus ojos, tu sonrisa, tu cara, el conjunto de esas tres cosas los que lo confieso me enamoraron ya para siempre del embrujo que destilan, ya no fueron nunca más mis días de la misma manera, ya ver esas fotos en la pantalla del ordenador me contagiaban de una alegría que no sabia que existía, y es raro y es loco, y es imposible de explicar, pero fue así porque como descubrí más tarde, detrás de esos ojazos que no te caben en la cara, detrás de esa cara tan preciosa, detrás de esa sonrisa que tiene el poder de cambiar mi estado de humor, había mucho más, había una luz blanca que no sabía de donde venía, había magia.

la vida no es una competencia, o no debería serlo, pero nos educan para ello, para competir y ser los mejores, tu físico como dije es el de una mujer privilegiada, eres un mujerón que con el paso de los años lejos de perder una pizca de hermosura cada día amaneces mucho más hermosa que el día anterior, no sé cual será tu secreto para eso, la competencia la ganas en tus gestos, en lo que de verdad enamora, en como tratas a tus amigos, a tu familia, a tus compañeros del trabajo, a lucas, en como te detuviste a rescatar un perro perdido, en como encontraste a su dueña, en tu modo de pensar, de sentir, de ser, en tu opinión, en como te apenan las injusticias, en tus lágrimas de rabia, tristeza o emoción, en como hablan de ti las personas que te aman, las que te rodean, las que te conocen mucho o poco, en tu educación, en el respeto a los demás, en lo brava que eres que afrontas un huracán con una sonrisa en la cara porque como tú dices si dios esta contigo, contigo nadie puede, esta en tu modo de vestir, en tus cortes de pelos, en sus colores, en sus gafas de sol, en tu elegancia, tu sinceridad, tu valentía, en tus locuras, en tus sueños, en tu pasión en todo lo que haces, en la música que oyes camino del trabajo, en tu voz, todo eso es magia, ya no solo tienes una cara bonita y un cuerpo privilegiado, también tienes un intelecto privilegiado, mujer hermosa y además inteligente.

vi la magia en aquella foto tumbada en tu sofá, con lucas encima de ti, sin ese maquillaje con la que te ves tan espectacular, con los ojitos aún medio pegados de sueño, con cara cansada y un vestido de andar por casa, y no tienes ninguna foto donde se te vea más guapa, allí no había mentira, ni adornos, era todo natural, una belleza que te hace única he irrepetible, como tu magia, como tu encanto, como tu corazón, como tu alma, eres un terremoto, allá donde estás es imposible no notar tu presencia, por eso cuando no estás se nota en el aire, porque hasta el color y la luz del día es distinto, es como si perdieran su color, no soy tan intimo amigo como para saber donde están las marcas en tu piel que han ido dejando las batallas de los años, puedes lucirlas sin vergüenza, con orgullo, porque se ven bellas en ese cuerpo tuyo, pero si sé que siempre te levantaste, que cada herida te hizo más fuerte, y cada año más sabia, tal vez el conjunto de todo sea esa magia que te envuelve, y la que te haga más bella incluso que las mujeres de veinte.

yo te miro a lo lejos como el espejito mágico del cuento de blancanieves, no hay mujer más bonita que tú, ni mayor musa en mi corazón por los siglos de los siglos, a su servicio como desde el primer día que tus ojos se encontraron con los míos, mi espada y mi escudo, porque si cada quien está donde quiere estar, yo no quiero dejar de estar preso de tu embrujo.

mapashito
antonio cintas anguas