Wednesday, March 20, 2019

leyendo


leyendo, en el reflejo de esos cristales que tienes por ojos, que me llevan a mundos y universos desconocidos y llenos de magia, leyendo como aún estando tan lejos con la presencia de una simple foto llenas de alegría mi alma, con el encanto de tu sonrisa y la luz de tu cara, ¿qué tendrá esa cara?, que poder ejerces sobre mi corazón oscuro, triste, negativo y pesimista, que te veo, te miro, y aún sabiendo tan poco de ti el latido me cambia, al menos por un rato y dibujas sin saberlo y ni yo mismo lo sé, dibujas sin saberlo una sonrisa en mi cara.

leyendo, en los colores de tu pelo, los sentimientos que proyectas sobre este mundo y las personas que te rodean, tus pensamientos son un gran misterio, que ni tu pelo creo que sabe, que cabecita loca la tuya, tan pasional y tan fuerte, que asustan tus silencios, porque le cantas a la vida con tu corazón alegre, porque tu personalidad tiene sonido propio y hasta aquí se oye, o se adivina en el horizonte el eco de tu risa, que tu alma es tan bonita que en tu pecho no cabe, y se expande hasta rincones insospechados, levantando suspiros, admiración, celos, envidias y pasiones.

leyendo, en las flores de tu cuerpo, esos rincones ocultos a los ojos de todos, casi que hasta a los tuyos, esos pliegues llenos de historia, esas huellas que te hirieron y que te hicieron más fuerte, esa piel suave y tersa que brilla, que tanto conoce y que tanto calla, con la que muchos sueñan con su roce, la que pocos o nadie sabe tocar, la que solo se encuentran sus misterios más mágicos y profundos en el mapa de tus ojos o de tus besos que en contadisimas ocasiones tú das, porque eres un laberinto escondido a los ojos del mundo, y solo te desnudas de alma y te entregas a tu propia voluntad.

leyendo, en cada foto desde hace años, como quieres a los demás, como cantas camino del trabajo, como amas a tus amigos, tus lágrimas cuando pidieron tu mano, tu fe invencible ante tornados y adversidades, la vida no te lo puso facil, pero si caiste ocho veces te levantaste nueve, no miro esas fotos como un baboso, de mayor quiero ser como tú, un cisne hermoso y lleno de valor aunque por dentro muera de miedo, y siempre o casi siempre con una sonrisa en los labios.

leyendo, esa sonrisa lejana que vuela como una mariposa mecida por la brisa y los vientos, acariciado por esa luz, esa luz tuya tan blanca, tan pura y cálida que me abraza sin saberlo, la que rompe la soledad oscura de mis pensamientos, conociendo parte de tu historia y de ese encanto de mujer y de ser humano, que vive, reza, llora y ama, tras ese hechizo tan mágico, leyendo ese libro precioso que eres, lectura que no quiero dejar nunca, porque eres una historia interminable, hija de la luna.

antonio cintas anguas
mapashito

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