su amatista

 

SU AMATISTA

 

Es noche de luna llena, y a lo lejos se ve, se intuye a la reina mora mirando desde las almenas, brilla su piel distinta y hermosa cuando la acaricia la luna y sus estrellas con sus luces azules y blancas, hoy se puso su vestido blanco de encajes con margaritas amarillas, más que caminar de un lado a otro parece que levita, desde aquí puedo ver la magia y las perlas de su sonrisa, es tan hermosa que soy yo quien le escribe cosas bonitas desde hace mil y una noches, porque no es sencillo ser reina, y le escribo a sus labios pintados de estrellas que no hay luz más bella que ella, que existen universos dentro de sus ojos preciosos con el brillo de mil tesoros, que su piel es música y poesía que hasta estos muros llega su olor a sándalo y aceite de almendra y trae la brisa junto a su aroma de mujer su risa y su sonrisa.

 

Tiene mi mora un corazón de oro, y un cuerpo que deja a los poetas sin palabras, pero ella cuando mira sus ojos acarician el alma y es su amatista en su espalda fina y llena de letras quien me hace escribir, yo solo leo lo que emana su belleza, que no hay en su reino y en su dinastía mora más guapa, que una vez vi sus lunares creyendo que eran estrellas y desde entonces mi rincón favorito del cielo es su cuerpo.

 

Ya llega su mejor amigo, puntual como cada noche su dromedario blanco como la nieve, que buen y leal escudero seria para un caballero, y se lo está perdiendo la orden, ya lleva la carta con bonitas palabras para su reina mora de su amigo el cristiano, que ya espera con ansias el despuntar del alba, para ver desde el castillo brillar el sol de felicidad en esa cara tan guapa y que su sonrisa llene todo de luz desde sus murallas hasta la playa.

 

 

 

 

 

 

 

Antonio cintas anguas