reina

 

REINA

 

Una reina mora con gasa trasparente morada y un tul morado con margaritas blancas para ocultar el candor de su pecho, un vestido de gasas vaporosas entre color tierra y naranja y lentejuelas moradas en su cintura, en su espalda de bronce hermosa como una noche con estrellas, brilla una amatista, una reina espectacular y guapa, que se asoma a las murallas y mira al horizonte del mar con nostalgia recordando la ciudad donde creció de niña, una reina mora que tiene como amigo a un dromedario blanco como la nieve pura y al que le habla como si entendiera todo lo que le dice en las noches más oscuras.

 

En las noches de luna llena y donde brillan en el cielo como suspiros un millón de estrellas, mira desde lo alto de la fortaleza un mar tibio y oscuro, solo roto por el reflejo de la luna, y mira con dificultad entre las sombras de la noche el castillo de san Jorge y toda una ciudad que duerme a sus pies soñando con un mañana más dulce, como el aroma de su cabello que huele a flores frescas bañadas por el rocío, o su piel a sándalo y almendro en flor.

 

Y llega la mañana con sus primeras luces blancas y el canto de los pájaros hoy a despertado feliz, se puso su vestido blanco de encajes con flores amarillas, amaneció con una gran sonrisa porque en secreto le ha escrito su amigo cristiano, que escribe bonitos poemas y le dice cosas bonitas para olvidar todo los feos porque nadie dijo que fuese fácil ser reina.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Antonio cintas anguas