Un hechizo de octubre

Llegaron tus ojitos marrones, casi de madrugada, pintando de blanco de estrellas el cielo de la noche, estrellas que te abrazaron y te llenaron de besos, que ocultaron el rubor de tus mejillas y te durmieron bien entrada la noche entre sueños y nanas.


Se despertaron tus ojitos marrones, y era más tibio aun si cabe, el cielo y el aire de aquel dia, de aquella mañana, nos fuimos de paseo, y entre risas y miradas, a cada paso en el camino, sonreian con alegria, nuestros corazones y nuestras almas.


Acariciaron tus ojos marrones, las calles de Sevilla y el cielo de Triana, y sentada en la terraza comiendo un helado, un ascua de luz te iluminaba la cara.


Quedaron en el aire de la casa, como una marca, el recuerdo de tus ojos marrones, la imagen y el sonido de tu presencia, como una flor temprana tú y tus encantos sin darte cuenta llenabas, cada rincon de este mundo de una nueva primavera, una primavera distinta, que nace de dentro de ti y que se escapa, en las carcajadas de tu sonrisa, y en la belleza y hermosura de tu tierna mirada.


Salieron de noche tus ojitos marrones, y no podias ir más guapa, envidia y celos te tenian la luna y el cielo y demas moradores de la noche, por instantes, por segundos, tu alma se liberaba y volabas entre sueños y fantasias tras tus ojos marrones y contenta y sonriente, te abrazaba y me abrazabas.


Se marcharon tus ojos marrones, no fue un adios sino un hasta luego, pero igual que llegaron, igual se fueron, y cada segundo que pasa te echo de menos, porque echo de menos cada momento vivido y la ausencia de tu presencia, estas lejos y sin embargo cerca.


Tus ojos marrones no me lo dijeron, ni yo se lo dije a ellos, pero los dos lo sentimos dentro, el cariño de una amistad hermosa y sentir que los dos nos queremos...., vuelve pronto porque tu ausencia se nota.



Mapashito