ojos grandes y azules

 

OJOS GRANDES Y AZULES

 

Una niña con coletas, con lindos vestiditos con el aroma de madre, una niña muy guapa y desparpajo que ya apuntaba maneras con sus grandes ojos azules como gemas que solo existen dentro de ella, como océanos y mares de espuma blanca y rumor de caracolas, como cielos de nubes grandes y de algodón blancas, rojas, rosas, o moradas, o cielos limpios de nubes como su alma, una niña pequeña que ya apuntaba maneras en su corazón lleno de fuego y amor, en su corazón de hechicera, con una muñeca entre las manos, que aún no lo sabía su imaginación infantil pero que sería una hija mágica como las elfas, ella crecería y sería una fuente de inspiración para babosos y de poetas por ella ya era un verso pequeño de poesía que se convertiría en un gran poema, en una mujer valiente, una heroína, en lucha de virus y fantasmas, salvando vidas con su esfuerzo y con un encanto invencible y que la definiría hasta poner a los demonios más temibles de rodillas, el encanto de su sonrisa, porque si bonitos son sus ojos, bonita es su sonrisa, muñeca bonita con coletitas y con vestiditos bonitos de mamá.

 

Una niña con coletas, que se hizo mujer creyendo que no tenía alas, y es que no las puede ver cualquiera, pero están ahí de forma etérea en tu hermosa espalda escrita con poemas con letras de oro, unas veces se puede ver con los ojos, otras adivinar y otras veces se esconden, pero siempre están ahí porque tu eres y siempre fuiste un ángel, bueno o malo, traviesa o santa, oscuro o de luz, pero un ángel que lo llena todo con su risa y que tiene alas de colores y llenos de suspiros en esa espalda de piel blanca como los hilos de las estrellas y de la luna, una amazona indomable y rebelde, que está llena de magia y de poesía, y que es sin saberlo desde muy chica una joya.

 

Cuando crezca y deje de ser tan infantil quiero ser tan valiente y descarado como tú, y salir de mi mundo imaginario, de mi celda de oro, y salir fuera, a buscar tesoros que tenga el azul de tus ojos, y que sean tan bonitos, como esa niña con coletas que tiene entre sus manos una muñeca, y que es de mujer el más bonito de los misterios, un libro bonito por leer, y el más bonito de los poemas escrito en un castillo en el aire, porque las mejores personas tienen un punto de locura.

 

 

 

 

 

 

Antonio cintas anguas